Ucrania está negociando para maximizar las posibles importaciones de electricidad de los países de la Unión Europea para compensar la capacidad de generación destruida por los ataques rusos, declaró el viernes el ministro ucraniano de Energía.

Los ataques rusos con misiles y drones contra el sector energético ucraniano se han intensificado desde marzo, provocando importantes daños y apagones en muchas regiones.

Los ataques han causado más de 1.000 millones de dólares de daños al sector, lo que ha provocado la pérdida de 8.000 MWh de capacidad de generación del sistema energético, según el gobierno.

Actualmente, Ucrania no puede importar de los Estados de la UE más de 1.700 Mwh de electricidad simultáneamente.

"Estamos negociando. Nuestra tarea es maximizar esta cifra", declaró al Parlamento el ministro de Energía, German Galushchenko.

"Técnicamente, podemos recibir (importar) más de 2.000 Mwh, incluso 2.400 Mwh. Estoy seguro de que se tomará una decisión", añadió.

No dijo exactamente qué cantidad de importaciones se están discutiendo ahora, pero Maxim Timchenko, el jefe de la mayor empresa energética privada de Ucrania, DTEK, dijo a principios de este mes que un aumento a 2.200 Mwh podría mejorar significativamente la situación.

DTEK ha perdido cerca del 90% de su capacidad de generación de energía debido a los ataques con misiles rusos de los últimos meses.

Los datos de DTEK mostraban que Ucrania consumía alrededor de 13.000 Mwh antes de los ataques, a fecha de 17 de marzo, pero tras una serie de ataques rusos al sistema energético, el consumo cayó a 9.100 Mwh.

Debido a la escasez de energía, el operador de la red eléctrica ucraniana, Ukrenergo, se ha visto obligado a introducir cierres regulares de los consumidores industriales y domésticos y a mantener elevadas las tasas de importación.

Los problemas con la generación de energía pueden tener un "impacto potencialmente negativo" en la industria, especialmente en los mayores consumidores de electricidad, dijo el ministerio de economía esta semana. (Reportaje de Pavel Polityuk; edición de David Evans)