El fabricante del jabón Dove y de la sopa Knorr dijo que no invertiría más en Rusia y que también detendría todo gasto en medios de comunicación y publicidad en ese país, añadiendo que sus operaciones en Ucrania se han detenido.

Unilever también dijo que seguiría suministrando sus productos de higiene y alimentos esenciales de uso cotidiano fabricados en Rusia a los habitantes del país, pero que no obtendría ningún beneficio de su presencia rusa.