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Materias primas:
Energía: La semana pasada, los precios del petróleo registraron otra subida semanal, la sexta consecutiva. Esta oleada compradora se debió en gran medida a la prórroga de los recortes de producción por parte de Rusia y Arabia Saudí. Esta última declaró que "no sólo reconocería su reducción unilateral de 1 millón de barriles diarios hasta septiembre, sino que podría prolongarla y profundizarla hasta el otoño". Rusia hizo lo propio. El Viceprimer Ministro ruso, Alexander Novak, declaró que su país reduciría sus exportaciones en 300.000 barriles diarios en septiembre. El mes pasado, Moscú ya había anunciado una reducción de 500.000 barriles diarios en agosto. La caída récord de los inventarios de crudo en Estados Unidos también contribuyó a acercar el Brent a su precio más alto en más de tres meses. En cuanto a los precios, el Brent cotiza ligeramente por encima de los 86 dólares el barril, frente a los 82,8 dólares de su homólogo estadounidense, el WTI.
Metales: El precio del oro subió el pasado viernes después de que el informe de empleo de EE.UU., ligeramente más débil de lo esperado, hiciera bajar el dólar y los rendimientos del Tesoro, ofreciendo un respiro al lingote, que seguía encaminado a su peor semana en seis años. La onza de oro ronda los 1.930 USD, frente a los 22,8 USD de la plata y los 1.220 USD de la onza de paladio.
Productos agrícolas: Los precios del trigo siguen siendo especialmente sensibles a la evolución de las tensiones en Ucrania. Como prueba de ello, los precios repuntaron a finales de la semana pasada tras los ataques ucranianos a un puerto ruso del Mar Negro. El maíz y la soja, por el contrario, perdieron terreno, y las previsiones de tiempo fresco y húmedo en el Medio Oeste americano limitaron el potencial de subida de los precios. En Chicago, el trigo se estabilizó en torno a los 650 centavos el bushel, mientras que la soja y el maíz cayeron a 1.300 y 482 centavos el bushel, respectivamente.Los precios del café vietnamita subieron ligeramente respecto a la semana anterior. La razón: una subida de los precios mundiales debida a las bajas estimaciones de exportación de Brasil, primer productor mundial de Arábica.
