La zona euro nunca ha sido muy amable con Alstom. Sobrecapitalizado y atrapado en ciclos muy largos, el negocio del fabricante es extremadamente exigente, desde la negociación de contratos hasta el desarrollo de la cadena de suministro. Como resultado, su rentabilidad siempre ha sido anémica, y su capacidad para generar efectivo distribuible para los accionistas estructuralmente comprimida.
Pero no se puede negar que el contexto es favorable. Los gobiernos están invirtiendo o fomentando activamente la inversión en sus envejecidas redes ferroviarias en todas partes, y Alstom es un beneficiario directo. Alstom estima su cartera de proyectos en 190.000 millones de euros para los próximos tres años.
Como sabemos, la adquisición de Bombardier hace cuatro años aún no ha dado los resultados esperados. El grupo francés heredó los contratos mal confeccionados de la canadiense, mientras que las malas sorpresas seguían acumulándose. Una intensidad de capital superior a la prevista -el grupo ha quemado 1.300 millones de euros en tres años- también le ha obligado a tomar medidas de urgencia, entre ellas una nueva ampliación de capital.
Pero si queremos ver el vaso medio lleno, también debemos señalar que su cartera de pedidos se ha duplicado y su capacidad de fabricación ha aumentado una cuarta parte desde la adquisición de Bombardier. En un sector consolidado, Alstom es ahora un fuerte competidor de Siemens e Hitachi. Otra gran ventaja - vinculada al apoyo gubernamental - es su coste de capital extraordinariamente bajo.
Como hemos visto, el precio de la acción se ha recuperado considerablemente desde los mínimos alcanzados a principios de año. Ahora cotiza muy por encima de los 13 euros -su valoración en el momento de la última ampliación de capital- y a un múltiplo de acciones de x0,7. Todavía muy lejos, por supuesto, de su media de diez años de x1,8 a los fondos propios...
El fabricante prevé ahora generar un flujo de caja libre "free cash flow" acumulado de 1.500 millones de euros en los próximos tres años. Los analistas de Causeway Capital -tercer accionista del grupo por detrás de CDPQ y Bpifrance- esperan que dos tercios de esta cantidad se generen en 2026. En otras palabras, las perspectivas siguen siendo inciertas.
No obstante, esta cifra debe considerarse en el contexto de una capitalización bursátil de 7.000 millones de euros y un valor de empresa -capitalización bursátil más deuda neta- de 11.000 millones de euros, sin olvidar, por supuesto, que Alstom ha cumplido en varias ocasiones por debajo de sus propias expectativas. Sobre este tema, véase Alstom: Nada sorprendente.
El reciente optimismo renovado del mercado se explica en parte por los ahorros previstos ahora que se ha digerido la adquisición de Bombardier. Alstom calcula que estos ahorros ascenderán a casi 200 millones de euros anuales con respecto al año pasado. La vuelta del dividendo, sin embargo, no es a priori para mañana ya que el fabricante ha indicado que una reducción completa de la deuda sería el requisito previo para una reevaluación de la política de distribución.
Alstom es uno de los principales fabricantes mundiales de infraestructuras para el sector del transporte ferroviario. Las ventas netas se desglosan por familias de productos y servicios de la siguiente manera - material rodante (51,8%): trenes, tranvías y locomotoras; - servicios ferroviarios (24,2%): mantenimiento, modernización, gestión de piezas de recambio, servicios de apoyo y asistencia técnica; - sistemas de señalización, información y control (15%); - infraestructuras ferroviarias (9%): infraestructuras para el tendido de vías, sistemas de alimentación eléctrica de líneas, equipos electromecánicos, dispositivos de telecomunicación e información al viajero en estación, terminales para la compra automática de billetes, acceso a escaleras mecánicas, ascensores para discapacitados, puertas automáticas de desembarco en andenes, sistemas de ventilación, aire acondicionado e iluminación). Las ventas netas se distribuyen geográficamente de la siguiente manera: Francia (15,4%), Europa (42,2%), América (19,7%), Asia/Pacífico (13,8%) y Oriente Medio/África/Asia Central (8,9%).