La flora y la fauna afectadas por la producción petrolera en la reserva amazónica ecuatoriana de Yasuní tardarán muchos años en recuperarse, declaró el martes el ministro de Medio Ambiente, José Dávalos, lo que suscita la preocupación de que un cierre precipitado de las operaciones extractivas provoque daños medioambientales.

Ecuador se dispone a cerrar el bloque 43-ITT, explotado por la empresa estatal Petroecuador, después de que la mayoría de los ecuatorianos votara a favor del cierre del proyecto en agosto.

El gobierno del presidente saliente Guillermo Lasso, cuyo sustituto será elegido el 15 de octubre, está preparando un plan de cierre del bloque -que produce unos 58.000 barriles diarios (bpd)- para que lo aplique el próximo dirigente del país.

Ese plan no garantizará que el área circundante al bloque vuelva a su estado natural en el corto plazo, dijo Dávalos.

"Pasarán muchos, muchos años antes de que los árboles alcancen su altura adecuada, se restaure el ecosistema y regresen los animales", dijo Dávalos en una entrevista con Reuters.

Aunque se han cerrado pozos petrolíferos antes, Ecuador no tiene experiencia en el abandono de un bloque entero de este tamaño, que incluye tres campos y unos 230 pozos operativos, dijo.

Petroecuador tiene un año para suspender sus operaciones, lo que hará caer la producción de crudo de Ecuador en un 12% y costará al país unos 13.800 millones de dólares en las próximas dos décadas, según datos oficiales.

El abandono del bloque podría costar cerca de 500 millones de dólares, según Petroecuador.

Los ecologistas y algunas comunidades cercanas insisten en que prohibir futuras operaciones petrolíferas y otras industrias extractivas es la única forma de cuidar la naturaleza y frenar el cambio climático.

Aunque algunos grupos han exigido el cese inmediato de las operaciones en 43-ITT, Dávalos dijo que era necesario un cierre ordenado.

Dejar abandonada una infraestructura como una carretera podría servir de "puerta de entrada... para la tala ilegal", dijo Dávalos, y añadió que también podría dar lugar a la "caza ilegal e indiscriminada" de animales salvajes. (Reportaje de Alexandra Valencia; Edición de Chizu Nomiyama Redacción de Oliver Griffin)