AMSC ha anunciado que ha completado la entrega del sistema de protección naval basado en superconductores de alta temperatura (HTS) que se desplegará en el buque anfibio de transporte clase San Antonio USS Fort Lauderdale (LPD-28). Esta entrega es un hito en el primero de los cuatro contratos de sistemas de protección naval de AMSC para la plataforma de buques anfibios de la clase San Antonio. AMSC espera apoyar la inserción de SPS en el LPD 28 por parte de la Armada. El USS Fort Lauderdale (LPD-28) será el duodécimo buque de transporte anfibio de la clase USS San Antonio. AMSC y la Marina de los Estados Unidos han colaborado en los avanzados sistemas de protección de buques basados en HTS de AMSC. Los componentes principales del sistema de protección de buques son comunes y transferibles a otras aplicaciones que se están implementando en los buques. El AMSC sigue trabajando para extender la tecnología HTS a la flota a través de una serie de aplicaciones para equipos de energía, propulsión y protección. El sistema de protección de buques con desmagnetización es esencialmente una red de cables que recorren el buque, con la corriente eléctrica en los cables calibrada para contrarrestar las fluctuaciones del campo magnético a medida que viaja a través del agua, enmascarando la firma magnética de los buques e impidiendo que active las minas submarinas. Hasta ahora, la Armada estadounidense ha confiado en los pesados sistemas de desmagnetización de cables de cobre para reducir la firma magnética. El innovador sistema de desmagnetización de AMSC consiste en un cable superconductor de alta temperatura (HTS) más pequeño, ligero y de mayor rendimiento, que elimina entre el 50% y el 80% del peso del sistema con un importante ahorro de energía. El futuro USS Fort Lauderdale transportará 650 soldados y tiene la capacidad de transportar y desembarcar embarcaciones de desembarco con colchón de aire o embarcaciones de desembarco convencionales, aumentadas por helicópteros o aviones de despegue y aterrizaje vertical como el MV-22. Se espera que estos buques apoyen misiones de asalto anfibio, operaciones especiales o guerra expedicionaria durante la primera mitad del siglo XXI.