Archer Aviation Inc. ha anunciado la firma de un acuerdo Space Act con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). La colaboración arrancará con un proyecto inicial centrado en el estudio de células de baterías de alto rendimiento y pruebas de seguridad destinadas a la Movilidad Aérea Avanzada (AAM) y aplicaciones espaciales. Archer cree que, mientras que la cadena de suministro de vehículos eléctricos en Estados Unidos está madurando, la de aviones eléctricos sigue siendo incipiente no sólo aquí en Estados Unidos, sino en todo el mundo, por lo que estas pruebas ayudarán a impulsar el progreso.

El objetivo de la NASA es probar la célula de batería y el diseño del sistema del Archer y compartir los resultados para impulsar el avance de toda la industria de los AAM. Se prevé que la maduración de la tecnología de las baterías sea un factor clave que permita la producción en masa y la adopción de la aviación eléctrica. Archer planea suministrar un paquete de baterías de alto rendimiento con niveles líderes de seguridad a su taxi aéreo eléctrico Midnight, validando que estas células están hechas a medida para las aplicaciones aeroespaciales, incluyendo el despegue y aterrizaje vertical eléctrico (eVTOL), el despegue y aterrizaje convencional eléctrico (eCTOL) de aeronaves y el uso potencial en el espacio.

Como parte de los esfuerzos conjuntos en torno a la caracterización de las baterías, la NASA y Archer se centrarán en seguir probando las capacidades de seguridad, energía y rendimiento energético de las células de las baterías. Las pruebas se realizarán utilizando una de las instalaciones de rayos X de alta velocidad más avanzadas del mundo, la Instalación Europea de Radiación Sincrotrón (ESRF), para comprender cómo funcionan las células en casos de abuso extremo. Archer ha elegido estas células para alimentar el sistema de propulsión eléctrica patentado que Archer ha diseñado, desarrollado y está empezando a fabricar en serie para su taxi aéreo eléctrico de producción, Midnight.

El factor de forma de la célula de la batería elegida por Archer, una célula cilíndrica, tiene un historial de seguridad, rendimiento y escalabilidad demostrado a lo largo de décadas de fabricación en serie, desplegada en muchas aplicaciones en todo el mundo, incluso en millones de vehículos eléctricos.