La empresa, cuyos negocios incluyen la ciberseguridad y la informática de nueva generación, asustó a los inversores el martes con un plan para dividir sus operaciones y vender activos, así como con la salida del consejero delegado Rodolphe Belmer, lo que hizo que sus acciones se desplomaran más de un 25%.

El funcionario añadió que el Gobierno, en particular, está vigilando la estructura accionarial de Atos. Incluyendo las pérdidas del martes, el capital de mercado de la empresa se ha reducido casi a la mitad en la última semana.