La invasión rusa de Ucrania el año pasado alimentó una serie de boicots, sanciones y otras medidas contra el cobre y otros metales procedentes del país.

Aurubis, que no es una minera, sino que refina y recicla el cobre en alambre y otros componentes, tenía contratos para el suministro ruso del metal rojo que no renovó cuando finalizaron recientemente, dijo el consejero delegado de Aurubis, Roland Harings, al margen de la Conferencia Mundial del Cobre en Santiago, el mayor encuentro de la industria del cobre desde 2019.

"Ya no compramos cobre ruso. Está completamente fuera de nuestro sistema", dijo. Harings había pedido a la Bolsa de Metales de Londres el pasado octubre que impusiera una prohibición sobre el metal ruso debido al riesgo de que se llenaran los almacenes. Los contratos de suministro de cobre suelen finalizar por años naturales.

Rusia suministró en 2021 -el año anterior a la invasión- a Aurubis, con sede en Alemania, y a toda la Unión Europea casi 292.000 toneladas de un total de 801.000 toneladas de cobre importado, según datos de Trade Data Monitor.

A pesar de esa cantidad, el mercado del cobre ha pivotado hacia nuevas fuentes del metal rojo y Aurubis no tiene preocupaciones de suministro, dijo Harings.

"Hemos podido sustituir sin verdaderos problemas las unidades de cobre ruso que comprábamos por otras fuentes", dijo Harings.

Por lo demás, Harings dijo que el mercado del cobre en general gozaba de buena salud y señaló que Aurubis está registrando una fuerte demanda, especialmente de cables y otros productos para la transición a la energía verde.

"Hay una demanda significativa de cobre durante muchos, muchos años", dijo Harings.