En virtud de un plan introducido en 2020, el gobierno italiano paga el 110% del coste de las obras de medidas ecológicas como el aislamiento, los paneles solares y la sustitución de calderas anticuadas.

El plan ha demostrado ser enormemente popular, pero la preocupación por posibles fraudes ha frenado la distribución de los fondos, perjudicando al sector de la construcción y suscitando inquietud por el impacto en los bancos que han prestado dinero para este tipo de proyectos.

"Creo que este problema, que ha creado un bloqueo y mucha tensión para el sector, se remediará muy pronto con medidas urgentes", declaró Giorgetti en una audiencia parlamentaria.

No dio detalles sobre los cambios que introduciría.

El primer ministro Mario Draghi dijo en su discurso de fin de año que la autoridad fiscal italiana descubrió 4.000 millones de euros (4.600 millones de dólares) de transacciones sospechosas en torno al plan de incentivos.

(1 dólar = 0,8796 euros)