A los reguladores les preocupa desde hace tiempo que los bancos no recurran a sus colchones de seguridad obligatorios en las crisis de mercado para evitar ahogar el flujo de crédito, como cuando las economías entraron en bloqueo en marzo de 2020 para luchar contra el COVID-19.

La volatilidad de las acciones bancarias tras el colapso del Silicon Valley Bank y la adquisición por parte de UBS del debilitado Credit Suisse el mes pasado arrojaron luz sobre los colchones de liquidez.

"Es importante que los bancos se sientan capaces de recurrir a su liquidez, según proceda, para reducir el riesgo de acciones desestabilizadoras que podrían causar impactos adversos innecesarios en la economía en general y en el sistema financiero", dijo el Banco de Inglaterra el lunes al publicar las respuestas del sector a un documento de debate sobre las normas de liquidez.

El BoE dijo que le ha preocupado que los bancos puedan ser demasiado reacios a recurrir a su llamado Coeficiente de Cobertura de Liquidez (LCR), un colchón de efectivo y bonos de alta calidad para soportar un mes de salidas.

Los prestamistas dijeron al BoE que les preocupan las reacciones reguladoras a las caídas iniciales de sus LCR.

"Además, la mayoría de los encuestados señalaron que el hecho de que los bancos permitan que los LCR caigan sería percibido por el mercado como una señal de que un banco está experimentando una tensión de liquidez".

Según los encuestados, el BdE debería detallar durante las tensiones del mercado hasta qué punto pueden caer los LCR y cuánto tiempo tienen los bancos para reconstruirlos.

El LCR podría calibrarse de forma diferente durante las tensiones del mercado, por ejemplo ampliando la gama de activos, dijeron los encuestados.

Sam Woods, jefe de la sección de supervisión bancaria del Banco de Inglaterra, dijo al Parlamento la semana pasada que la calibración del LCR podría ser ahora una cuestión de política internacional para los reguladores.

Las normas fueron redactadas por el Comité mundial de Basilea de reguladores bancarios, que incluye al BoE, pero modificarlas puede llevar tiempo si no existe un consenso sólido para actuar.