Los bancos que trabajan en la elaboración de normas mundiales sobre la contabilización de las emisiones de carbono en la suscripción de bonos o la venta de acciones han votado a favor de excluir la mayor parte de estas emisiones de su propia huella de carbono, según afirmaron tres personas familiarizadas con el asunto.

La mayoría de los bancos que integran un grupo de trabajo del sector respaldaron a principios de este mes un plan para excluir dos tercios de las emisiones vinculadas a sus negocios de mercados de capitales de su atribución en la contabilidad del carbono, dijeron las fuentes, tras meses de discordia sobre la cuestión.

De mantenerse, la decisión enfrentaría a los bancos con los defensores del medio ambiente, muchos de los cuales afirman que el sector bancario debería asumir toda la responsabilidad de las emisiones generadas por las actividades financiadas a través de la venta de bonos y acciones, como ya hace con los préstamos.

Casi la mitad de la financiación proporcionada por los seis mayores bancos estadounidenses a las principales empresas de combustibles fósiles procedió de los mercados de capitales y no de préstamos directos entre 2016 y 2022, según el grupo ecologista Sierra Club.

La contabilización de estas emisiones por parte de los bancos repercutirá en sus objetivos para convertirse en neutrales en emisiones de carbono. Los principales prestamistas se han comprometido a reducir sus emisiones a cero en términos netos para 2050, y han fijado objetivos provisionales para esta década.

Los bancos con grandes operaciones en los mercados de capitales argumentaron en el grupo de trabajo que deberían asumir la responsabilidad de sólo el 33% de las emisiones de las actividades financiadas a través de bonos y ventas de acciones, ya que no tienen control sobre los prestatarios como ocurre con los préstamos. Los bancos también han expresado su preocupación por el hecho de que las emisiones relacionadas con los mercados de capitales empequeñezcan sus emisiones relacionadas con los préstamos, dijeron las fuentes.

Quienes abogan por un umbral de contabilidad bajo afirman que asumir la responsabilidad del 100% de las emisiones llevaría a una doble contabilidad en todo el sistema financiero, porque los inversores en bonos y acciones también contabilizarán por separado parte de las emisiones generadas por las actividades de financiación en sus propias huellas de carbono.

La mayoría de los bancos del grupo de trabajo respaldaron el umbral del 33%, pero al menos dos disintieron, y uno abogó por el 100%, dijeron las fuentes, que solicitaron el anonimato porque las deliberaciones eran confidenciales.

La norma contable no será obligatoria. La Asociación para la Contabilidad Financiera del Carbono (PCAF), una asociación de bancos que pretende armonizar la contabilidad del carbono en todo el sector, formó el grupo de trabajo integrado por los principales bancos con la esperanza de que otros sigan la norma que surja.

El consejo de administración de la PCAF tendrá ahora la última palabra sobre la adopción de la parte contable del 33% para los mercados de capitales. Dos de las fuentes dijeron que no se había tomado ninguna decisión pero que era reacio a invalidar al grupo de trabajo.

Un portavoz de la PCAF no respondió a una solicitud de comentarios.

Los miembros del grupo de trabajo son Morgan Stanley, Barclays, Bank of America Citigroup, HSBC , BNP Paribas, NatWest y Standard Chartered. Funcionarios de todos menos de dos declinaron hacer comentarios o no respondieron a las solicitudes de comentarios.

Un portavoz de Barclays dijo que el banco apoyaba el trabajo de la PCAF para establecer normas sobre emisiones y declinó hacer más comentarios. Un portavoz de Standard Chartered dijo que el banco se sentía cómodo con cualquier umbral de contabilidad de emisiones y declinó hacer más comentarios.

Las fuentes dijeron que el PCAF se había sentido frustrado por la cantidad de energía que se había gastado discutiendo sobre la cifra correcta, y creía que cualquier porcentaje era mejor que más retrasos. La publicación de la metodología final del PCAF se ha retrasado desde el año pasado debido a los desacuerdos.

AGRUPACIÓN DE EMISIONES

El grupo de campaña ShareAction dijo que la ponderación del 33% había sido "arrancada de la nada".

"La PCAF tiene la responsabilidad de publicar orientaciones que permitan una evaluación transparente e imparcial de los riesgos e impactos climáticos de los bancos", afirmó su director de investigación, Xavier Lerin.

Aún no está claro si los bancos tendrán que agrupar sus emisiones relacionadas con el mercado de capitales y sus emisiones relacionadas con los préstamos en un único objetivo, o separarlas.

Tener un único objetivo pero dos enfoques contables para las distintas emisiones podría resultar complicado, señaló una de las fuentes.

La iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia, un organismo independiente respaldado por las Naciones Unidas y grupos ecologistas, está en proceso de desarrollar normas de emisiones netas cero que incluirán si los bancos deben tener objetivos diferentes o combinados. (Reportaje de Tommy Reggiori Wilkes en Londres; Edición de Greg Roumeliotis y Rosalba O'Brien)