Los fraudes bancarios han costado a los consumidores británicos casi 610 millones de libras (684,36 millones de dólares) en lo que va de año, lo que supone una amenaza para la seguridad nacional, según afirmó este mes el grupo de presión bancario UK Finance.

Los bancos ya han mejorado las defensas contra las estafas, pero un informe del organismo del sector Stop Scams UK y del Real Instituto de Servicios Unidos señaló el jueves que las complejas directrices y procesos en torno a la ley de privacidad dificultan que las empresas compartan datos para detener el fraude.

Gran Bretaña ha propuesto un "proyecto de ley de seguridad en línea" para hacer frente a los contenidos nocivos en línea y ayudar a los reguladores financieros a tomar medidas más duras contra las estafas.

Los bancos esperan que el proyecto de ley incluya una orientación más clara que les permita compartir datos anónimos de los clientes -o datos que no identifican a la persona si se refieren a ella- para detectar más rápidamente nuevos tipos de estafas.

"Si queremos desbloquear el intercambio de datos a gran escala, pedimos que se introduzcan cambios proporcionados y sensatos en las orientaciones sobre la interpretación de la ley de privacidad", dijo Ruth Evans, presidenta de Stop Scams UK, entre cuyos miembros se encuentran HSBC, Lloyds, NatWest, Barclays, TalkTalk, Meta y Google.

El riesgo de intervención reguladora y la falta de claridad sobre lo que está permitido por la ley ahoga la iniciativa, y se necesitan cambios en la política para dejar claro que compartir datos está permitido e incluso se fomenta, según el informe.

El mes pasado, más bancos se unieron a la línea de denuncia de fraudes de Stop Scams UK, ya que la crisis del coste de la vida está provocando un aumento del número de estafas financieras.

Sin embargo, los bancos que exigen más seguridad a la hora de compartir datos anónimos se enfrentan a la oposición de los grupos de defensa de la privacidad.

(1 dólar = 0,8913 libras)