Gran Bretaña se ha convertido en la capital mundial de la estafa a medida que aumenta el número de personas que realizan operaciones bancarias por Internet, especialmente desde que comenzó a desarrollarse la pandemia del COVID-19 en 2020.

Stop Scams UK, una red del sector bancario y online lanzada hace un año, permite a los clientes marcar el 159 para denunciar un fraude a su propio banco en lugar de tener que buscar su número.

Entre sus miembros se encuentran ya Barclays, Meta, Microsoft, Google, NatWest, Nationwide Building Society, Santander y Talk Talk.

"Llamar al 159 ayudará a la gente a romper el hechizo del estafador, es una pieza importante de la armadura que los clientes pueden utilizar para ayudar a protegerse", dijo Baz Thompson, jefe de fraude de Metro Bank.

UK Finance, un organismo del sector bancario, ha declarado que el año pasado se produjo un aumento del 39% en el número de defraudadores que engañan a los clientes para que realicen pagos en tiempo real.

En términos de efectivo, las bandas criminales robaron más de 583 millones de libras a particulares y pequeñas empresas, haciéndose pasar por un banco u otro proveedor de servicios.

"La crisis del coste de la vida no hace más que agravar el problema", afirma Stop Scams UK.

Ante el aumento de las facturas de la energía, la hipoteca y los alimentos, muchos más hogares serán vulnerables a las estafas.

HSBC, First Direct y Metro suman 18,5 millones de clientes al servicio 159, que ahora cubre a la inmensa mayoría de los clientes bancarios del Reino Unido, dijo Stops Scams UK.

Desde su puesta en marcha en septiembre del año pasado, se han producido más de 150.000 llamadas a la línea de atención, y Gran Bretaña ha propuesto un "proyecto de ley de seguridad en línea" para ayudar a los reguladores a tomar medidas más duras contra las estafas financieras.

Los bancos esperan que el proyecto de ley incluya una orientación más clara que les permita compartir los datos anónimos de los clientes para detectar más rápidamente nuevos tipos de estafas, pero se enfrenta a la oposición de los defensores de la privacidad.