Las llamadas negociaciones de cambio, un proceso obligatorio en Finlandia si un empresario está considerando la posibilidad de realizar despidos, comenzarán el lunes y durarán seis semanas, según BASF.

La empresa emplea a un número de dos dígitos de personas en Harjavalta, todas ellas potencialmente afectadas por el traslado.

La decisión llega después de que un tribunal administrativo anulara en febrero un permiso temporal para la nueva planta de precursores para materiales catódicos.

La empresa había recibido la aprobación inicial de las autoridades competentes en 2020, pero ésta fue retirada tras las objeciones de las ONG por motivos medioambientales. En un principio, estaba previsto que la planta entrara en funcionamiento en 2022.

El nuevo aplazamiento y la incertidumbre respecto a un inicio formal tienen implicaciones financieras a largo plazo, afirmó BASF, que ha invertido una suma de tres millones de euros en el proyecto.

"La decisión de iniciar estas negociaciones se tomó debido al largo proceso de obtención de permisos con resultados poco claros, lo que conduce a un calendario impredecible para recibir un permiso definitivo e inapelable", afirmó BASF en un comunicado.

Sin embargo, todavía podría tomarse una decisión por parte de las autoridades responsables este año, dijo un portavoz de la empresa.