HARJAVALTA/LUDWIGSHAFEN (dpa-AFX) - Los puestos de trabajo de la empresa química BASF en Harjavalta (Finlandia) corren peligro debido a un bloqueo legal. Debido a la falta de permisos para la planta, la empresa, que cotiza en el DAX, está considerando el despido indefinido de todos los empleados allí, según anunció el jueves en Ludwigshafen. BASF quiere producir precursores para baterías en Harjavalta, pero los trámites de autorización para poner en marcha la planta se arrastran desde hace años.

Recientemente, un tribunal finlandés suspendió una licencia medioambiental concedida a finales de 2023. Según el comunicado de prensa, esto tendrá un nuevo impacto significativo en las operaciones in situ. Según un portavoz de la empresa, por ejemplo, actualmente no es posible realizar pruebas en la planta. Según BASF, el nuevo aplazamiento y la incertidumbre tendrán consecuencias financieras a largo plazo. Por tanto, la empresa tendrá que adaptar sus operaciones en Harjavalta y reducir costes, añadió.

BASF recibió la autorización inicial de las autoridades en 2020. Según el portavoz, esta y otras autorizaciones han sido impugnadas repetidamente ante los tribunales en los últimos tres años y medio. Hasta ahora, BASF ha invertido una cantidad de cientos de millones. Si la empresa recibiera la autorización definitiva para su uso a largo plazo, habría que realizar nuevas inversiones.

Según BASF, en el emplazamiento de Harjavalta trabaja un número elevado de dos dígitos de personas. Según la información facilitada, la decisión sobre la posible exención afectaría potencialmente a todos los empleados de allí. Está previsto que las negociaciones comiencen el 15 de abril y duren seis semanas.

No se espera que la producción de Schwarzheide, en Lusacia, se vea afectada por los problemas de Harjavalta. Su suministro de productos primarios para la producción de materiales catódicos está asegurado por otros proveedores./lew/stw/mis