El grupo de trabajo de emergencia de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) -un órgano consultivo encargado de gestionar las actividades de regulación durante una emergencia de salud pública- se ocupará ahora tanto del COVID-19 como de la viruela del mono, según informó el miércoles el organismo regulador.

El grupo de trabajo ofrecerá asesoramiento científico, revisará los datos científicos disponibles y coordinará los estudios de seguimiento independientes sobre las intervenciones, como la vacuna de Bavarian Nordic y el antiviral de SIGA Technologies, que se están utilizando para combatir la viruela del mono.

La viruela del mono es un virus que suele causar síntomas leves, como fiebre, dolores y lesiones cutáneas llenas de pus. Las personas suelen recuperarse por sí solas en un plazo de dos a cuatro semanas, según la OMS.

Identificado por primera vez en los monos, el virus se transmite principalmente a través del contacto cercano y suele ser endémico en África.

Tras los informes iniciales de casos en Europa en mayo, los casos se han disparado desde entonces a más de 16.000 en más de 75 países. Hasta ahora se han registrado cinco muertes, todas ellas en África.

El martes, las agencias sanitarias británicas consiguieron financiación para desarrollar un enfoque estandarizado para probar el rendimiento de las vacunas que se están utilizando o desarrollando contra la viruela del mono.

Es muy difícil predecir cómo se desarrollará el brote, dijo Carlos Maluquer de Motes, que dirige un grupo de investigación que estudia la biología de los poxvirus en la Universidad de Surrey.

"No se ha producido ningún descenso en el número de casos confirmados de viruela del mono desde el comienzo del brote... esto indica que las medidas de salud pública desplegadas hasta ahora han tenido un impacto mínimo y que es poco probable que el brote desaparezca por causas naturales".