Chile, que suministra casi una cuarta parte del cobre del mundo, eligió recientemente un nuevo gobierno de izquierdas, está redactando de nuevo su constitución y considera la posibilidad de aumentar el canon minero para financiar la ampliación de los programas sociales. Varias mineras del cobre han suspendido sus decisiones de inversión en el país mientras se desarrollan las negociaciones políticas.

"Nos encanta Chile. Nos gustaría quedarnos aquí. Nos gustaría crecer en este país. Pero para hacerlo, se requerirá estabilidad fiscal, seguridad jurídica y un camino claro para obtener permisos", dijo Ragnar Udd, presidente de minerales de BHP para las Américas, en la Conferencia Mundial del Cobre CRU-CESCO en Santiago.

BHP ya opera en Chile Escondida, la mayor mina de cobre del mundo.

Udd habló en la conferencia poco después de que Marcela Hernando Prez, la nueva ministra de minería chilena, dijera que Santiago no tiene previsto nacionalizar el sector minero del país. Pérez se había marchado para cuando Udd habló.

Udd dijo que las inversiones de BHP financiarían una nueva concentradora e instalaciones de procesamiento por lixiviación, nuevas áreas mineras y proyectos para ayudar a reducir las emisiones de carbono de la empresa.

"Espero haberles convencido hoy de que, en las condiciones de inversión adecuadas, podemos entregar cobre para apoyar al mundo del futuro de forma sostenible y crear valor social para las comunidades y sociedades en las que operamos", dijo Udd.