La norma de "salida rápida" de BlackRock, que entró en vigor en diciembre y de la que no se había informado anteriormente, supondrá la retirada de dichas empresas en 45 días como máximo, en lugar de los 90 días anteriores. La norma afecta a 35 de sus ETF ESG cotizados en Europa que siguen los índices MSCI.

El cambio, que afecta a fondos "personalizados" con 55.500 millones de dólares en activos, se produce tras conversaciones con gestores de patrimonios alemanes, que estaban deseosos de ver reflejados más rápidamente los malos resultados ESG en los ETF, según un portavoz de BlackRock.

"Descubrimos que había un deseo de reexaminar los plazos en torno a la eliminación de las empresas con las peores controversias", añadió el portavoz.