COLONIA (dpa-AFX) - La mayoría de las empresas industriales alemanas está a favor de imponer aranceles punitivos a los coches electrónicos chinos. Más del 80% de las empresas considera que las medidas de defensa comercial están justificadas, al menos parcialmente, si China subvenciona de forma desleal. Este es el resultado de un estudio publicado el martes por el Instituto de la Empresa Alemana (IW), cercano a la patronal. Se basa en una encuesta representativa de casi 900 empresas industriales y proveedores de servicios relacionados con la industria realizada en marzo y abril.

En mayo, EE UU impuso aranceles especiales del 100% a las importaciones de coches eléctricos y otros productos procedentes de China. EE UU acusa a Pekín de distorsionar la competencia mediante importantes subvenciones estatales. La Comisión Europea también está examinando actualmente la imposición de aranceles punitivos a los coches eléctricos chinos. Se espera una decisión de la Comisión de la UE en Bruselas esta semana. Los fabricantes alemanes de automóviles, que generan gran parte de sus beneficios en China, han advertido contra los aranceles a la importación de automóviles procedentes de China. El canciller alemán Olaf Scholz (SPD) y las asociaciones empresariales también han expresado recientemente su escepticismo. Según los cálculos del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW), los posibles aranceles de la UE a los coches chinos provocarían un aumento notable de los precios de compra de los coches eléctricos.

Según la encuesta del IW, numerosas empresas alemanas se quejan de que el gobierno chino está distorsionando la competencia. Dos tercios de las empresas con competidores procedentes de China afirman que rebajan sus propios precios en más de un 30%. Alrededor de la mitad de las empresas se sienten obligadas a realizar despidos como consecuencia de ello, según muestra la encuesta. Casi un tercio tiene previsto trasladarse a países extranjeros más baratos. Un 85% de las empresas está total o parcialmente a favor de prohibir la transferencia de tecnologías que China podría utilizar para su ejército.

"China lleva años sin jugar limpio en el comercio", afirma Jürgen Matthes, experto en China de IW. Se trata de crear unas condiciones equitativas. "La UE no debe quedarse de brazos cruzados y aceptar la política de subvenciones de China, de lo contrario pondrá en peligro la supervivencia de muchas empresas realmente rentables de este país". Según la IW, la industria manufacturera se ve especialmente afectada por la competencia de China./cr/DP/zb