3 abr (Reuters) -La producción del 737 MAX de Boeing cayó drásticamente en las últimas semanas a medida que los reguladores estadounidenses intensifican los controles en las fábricas y los trabajadores ralentizan la línea de montaje en las afueras de Seattle para completar el trabajo pendiente, dijeron a Reuters fuentes de la industria.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) impuso un límite de 38 aviones al mes tras una explosión en un 737 MAX en enero, atribuida a un error de montaje. Pero la tasa de producción fluctúa muy por debajo de este nivel y a finales de marzo cayó hasta un dígito, dijeron.

El jefe financiero de Boeing, Brian West, dijo el mes pasado que estaba tomando medidas integrales para fortalecer la calidad y generar confianza, incluida la reducción de la cantidad de los llamados viajes o trabajos pendientes, a medida que la FAA aumenta las auditorías.

La FAA está "profundamente implicada y emprendiendo una auditoría más dura que cualquier otra que hayamos pasado antes", dijo West en un evento de Bank of America.

Boeing también afirma que se ha esforzado por reducir la cantidad del llamado "trabajo itinerante", es decir, aviones que avanzan por la línea con trabajos pendientes de reparar de estaciones de trabajo anteriores. El efecto es ralentizar la producción global y, a su vez, las entregas.

Los fabricantes de aviones cobran por sus aparatos en el momento de la entrega, pero el ritmo de producción subyacente dicta el pulso de un sistema industrial que alimenta a miles de proveedores aeroespaciales en todo el mundo.

También se espera que la ralentización de la producción de Boeing repercuta en el sector de las aerolíneas, que recortarán vuelos de su programa o ampliarán los contratos de arrendamiento de aviones existentes para satisfacer la demanda.

Tradicionalmente, la producción y las entregas iban de la mano, pero la inmovilización de los MAX en 2019 y 2020 y las perturbaciones causadas por la pandemia crearon una reserva de aviones sobrantes que significa que ahora es más difícil deducir la tasa de producción de las entregas.

Rob Morris, director global de consultoría de Cirium Ascend, afirma que Boeing voló 13 MAX en marzo, tras los 11 de febrero. Según los datos de Cirium, este ritmo alcanzó un máximo de 38 al mes a mediados de 2023.

Airbus, por el contrario, voló una media de 46 al mes de sus competidores A320neos en el primer trimestre, detalló Morris.

El rival europeo de Boeing tiene sus propias limitaciones de suministro y está produciendo unos 50 aviones de la familia A320neo al mes, por debajo de los 58 previstos inicialmente a principios de este año, según fuentes del sector.

También se enfrenta a la escasez de capacidad de mantenimiento de algunos motores, lo que deja los aviones parados durante meses una vez en servicio.

Pero Boeing ha tenido que ralentizar bruscamente la producción para satisfacer a los inspectores de la FAA de que sus operaciones industriales funcionan sin problemas, por lo que Airbus ha ampliado su cómoda ventaja en el mercado de la categoría más vendida de aviones de un solo pasillo.

(Reporte de Tim Hepher, Allison Lampert, David Shepardson. Editado en español por Raúl Cortés Fernández)