Se espera que los combustibles fabricados a partir de aceite vegetal, aceite de cocina usado y grasa desempeñen un papel central en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para los sectores de los camiones y la aviación, donde alternativas como las baterías y el hidrógeno siguen siendo esquivas.

BP afirmó que triplicará la producción de biocombustibles para 2030 hasta alcanzar los 100.000 bpd, o aproximadamente 4,5 millones de toneladas al año, según cálculos de Reuters.

La triplicación coincide con las previsiones de los analistas de Barclays, que pronostican una demanda mundial de biocombustibles de 30 millones de toneladas para finales de la década, frente a los 10 millones de toneladas actuales, y la demanda actual de crudo de unos 102 millones de bpd.

Para alcanzar su objetivo, BP planea construir de aquí a 2030 cinco plantas de biocombustibles que procesen materias primas residuales "poco apreciadas", conocidas como HEFA, según declaró en una entrevista el responsable de biocombustibles de BP, Nigel Dunn.

"Son materias primas perfectas para el HEFA. El problema es que sólo hay una cantidad limitada de ellos en el mundo. Y cuantas más plantas de HEFA se construyan, más difícil será la carrera por esas materias primas".

Los biocombustibles de primera calidad son de dos a cuatro veces más caros que los combustibles fósiles actuales y los costes podrían aumentar aún más a medida que los productores luchen por conseguir materias primas en los próximos años.

BP "necesitará casi con toda seguridad" adquirir participaciones en fabricantes de materias primas para asegurarse el suministro a medida que se intensifique la competencia, afirmó Dunn.

"Vamos a entrar como una cadena integrada... Ése es nuestro negocio actual en (combustibles) fósiles y creo que ésa va a ser la vía ganadora".

Dado que la Unión Europea ha prohibido los biocombustibles producidos a partir de materias primas que puedan utilizarse como alimentos, BP también está considerando invertir directamente en el cultivo de lo que se conoce como cultivos de cobertura, que crecen durante los periodos de barbecho entre dos ciclos de cultivos alimentarios sin comprometer la salud del suelo.

"Creo que los cultivos de cobertura y las materias primas novedosas van a tener que formar parte de la mezcla si queremos tener éxito", afirmó Dunn.

Eni, rival de BP, ya ha invertido en la construcción de grandes explotaciones agrícolas de materias primas en Kenia.

A nivel mundial, hay unos 30 millones de toneladas de residuos disponibles como materia prima para biocombustibles, según Joshua Stone, analista de refino de Barclays.

Dado que se prevé que la demanda de biocombustible se triplique para 2030, afirmó que los mercados de materias primas estarán bajo presión.

"Los únicos que saldrán bien parados son los que tienen acceso a las materias primas", dijo Stone.

BP decidirá si aprueba la construcción de su primera planta de HEFA en Australia a finales de este año, con la intención de iniciar la producción en 2026, dijo Dunn.