Cellectar Biosciences, Inc. anunció datos de su estudio pivotal CLOVER WaM, que evalúa la iopofosina I 131, un candidato potencial a radioterapia dirigida, primero en su clase, para el tratamiento de pacientes con macroglobulinemia de Waldenstrom (MW) recidivante/refractaria que han recibido al menos dos líneas previas de terapia, incluidos los inhibidores de la tirosina cinasa de Bruton (BTKi). CLOVER WaM es el mayor estudio realizado hasta la fecha en pacientes con WM en recaída o refractarios tras la terapia con BTKi y representa la población más refractaria jamás probada en estudios clínicos según una revisión de la literatura publicada. El estudio CLOVER WaM cumplió su criterio de valoración primario con una tasa de respuesta principal (TRM) del 61% (intervalo de confianza del 95% [44,50%, 75,80%, valor p de dos caras < 0,0001]).

La tasa de respuesta global (TRG) en los pacientes evaluables fue del 75,6%, y el 100% de los pacientes experimentaron un control de la enfermedad. Las respuestas fueron duraderas, con una mediana de duración de la respuesta no alcanzada y un 76% de pacientes que permanecieron libres de progresión en una mediana de seguimiento de ocho meses. Estos resultados superan los datos del mundo real, que demuestran una MRR del 4-12% y una duración de la respuesta de aproximadamente seis meses o menos a pesar del tratamiento continuo en una población de pacientes menos pretratada y menos refractaria a múltiples clases de fármacos.

Cabe destacar que la monoterapia con iopofosina logró una remisión completa estricta (RCE) del 8% en esta población de pacientes con MW altamente refractaria. CLOVER WaM es un estudio de registro de un solo brazo con un objetivo de inscripción de 50 pacientes. El estudio está completamente inscrito y se están comunicando los datos de seguridad topline de 45 pacientes que cumplen los criterios de intención modificada de tratar (mITT) con una fecha de corte de los datos del 3 de enero de 2024.

La población evaluable de eficacia topline (41) se define como los pacientes que han recibido una dosis total administrada superior a 60 mCi y han tenido un seguimiento de al menos 60 días tras la última dosis. Entre los pacientes mITT, la mediana de edad era de 71 años, la mediana del nivel de IgM antes del tratamiento con iopofosina era de 2.185, el 90% eran refractarios a una terapia BTKi (18/36 50%) o anti-CD20 (18/41 40%), con un 26,7% de refractarios multiclase, y el 80% de los pacientes habían sido tratados previamente con una terapia BTKi. La iopofosina I 131 se toleró bien y su perfil de toxicidad fue coherente con los datos de seguridad comunicados anteriormente por la empresa.

No se produjeron acontecimientos adversos relacionados con el tratamiento (ATRT) que provocaran la interrupción del mismo. Las tasas de TRAE de grado 3 o superior observadas en más del 10% de los pacientes incluyeron trombocitopenia (55%), neutropenia (37%) y anemia (26%). Todos los pacientes se recuperaron de las citopenias sin que se notificaran secuelas aplásicas.

Cabe destacar que no se produjeron hemorragias clínicamente significativas y que la tasa de neutropenia febril fue del 2%. No hubo muertes relacionadas con el tratamiento en el estudio.