FRANKFURT (dpa-AFX) - Tras la fuerte recuperación provisional desde el mínimo semanal del lunes, las acciones de los bancos europeos volvieron a sufrir un duro golpe el viernes. El Stoxx Europe 600 Banks se desplomó hasta un 5,7%, deslizándose de nuevo por debajo de su línea de 200 días. El barómetro de tendencia a más largo plazo ya se había rasgado una vez el lunes tras la conmoción que supuso el repentino rescate de emergencia de Credit Suisse por parte de UBS. Tras la grave crisis de los bancos regionales estadounidenses, fue otra mala noticia para el sector.

El impago de los bonos subordinados de Credit Suisse suscitó preocupación por el aumento de los costes de refinanciación para los bancos. A esto hay que añadir la pérdida de confianza en el sistema bancario y la confusión sobre la postura de la Reserva Federal estadounidense en materia de política monetaria. La Fed había señalado que aún quiere subir un poco el tipo de interés básico, y los expertos consideran que más 0,25 puntos porcentuales es el escenario más probable para la próxima reunión. Sin embargo, el mercado monetario lleva la contraria y está valorando no sólo un pico en el giro de los tipos de interés, sino incluso recortes de los mismos.

Los expertos del Landesbank Baden-Württemberg (LBBW) ven al sector bancario en una posición mucho mejor que en la época de la crisis financiera de hace unos 15 años, pero no descartan que después del Credit Suisse otra institución financiera pueda tener problemas pronto. "Los bancos centrales más importantes intentan garantizar la estabilidad financiera por un lado, pero por otro siguen dando prioridad a la lucha contra la inflación sobre la protección de la economía", afirma el LBBW, que por ello sigue aconsejando prudencia en el sector bancario.

Las acciones del Deutsche Bank se vendieron con especial intensidad el viernes. Se desplomaron casi un 15% y llegaron a costar menos de 8 euros por primera vez desde octubre. Según un participante del mercado, parece haber otro factor negativo en juego: la preocupación por la participación del banco en la financiación de inmuebles comerciales estadounidenses. Sin embargo, el Deutsche Bank estaba en realidad menos presente en este campo que la media del sector, explicó.

Hacia el mediodía, el Deutsche Bank era el peor valor del Dax, con una caída del 12,4%, por detrás de las acciones del Commerzbank, que retrocedían en torno al 8%.

En 2023, Commerzbank bajará alrededor de un dos por ciento y Deutsche Bank alrededor de un 23 por ciento. Hasta finales de enero, los bancos seguían siendo los favoritos de los inversores: en ese momento, las ganancias en el aún joven año bursátil habían sumado un buen 18% para las acciones del Commerzbank y un buen 15% para las del Deutsche Bank.

Así pues, a finales de enero todavía parecía que la economía iba a poder hacer frente bastante bien a las subidas de los tipos de interés oficiales de los bancos centrales. Esto proporcionó confianza en el desarrollo del negocio de los bancos./edh/ag/mis