El descarrilamiento del tren se produjo al norte de Livingston, una localidad de unos 200 habitantes, y afectó a 16 vagones, entre ellos dos que transportaban azufre fundido y que derramaron parte de su carga.

El operador ferroviario CSX dijo en un comunicado que el azufre derramado seguía ardiendo. Cuando el azufre fundido arde, puede liberar dióxido de azufre, que según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) puede causar irritaciones graves en las vías respiratorias, los ojos, las mucosas y la piel.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, declaró la emergencia y los funcionarios locales fueron puerta por puerta para evacuar a algunos residentes, que fueron trasladados a una escuela local por seguridad.

"Estaba flipando porque dije: 'Estamos cocinando, tenemos pavos en los hornos. No podemos irnos'. Me dijeron: 'Tienes que irte, es una mala situación, tienes que irte'", dijo Linda Todd, residente de Livingston, a una filial de CBS News.

Otra residente, Evelyn Gray, dijo a una afiliada de NBC News que el contenido químico liberado le provocó un ataque de asma.

"Me afectó tanto que apenas podía respirar", dijo.

No se informó de víctimas mortales.

CSX dijo que se desplegó "equipo especializado" para llevar a cabo un control del aire en la zona. La causa del descarrilamiento no estaba clara.

El operador ferroviario añadió que consiguió hoteles para los afectados y que estaba trabajando con restaurantes para proporcionarles comidas y otras necesidades.