* Incertidumbre tras los aranceles antisubvención de la UE a los VE chinos

* El historial chino de aranceles alimentarios aumenta el riesgo de represalias

* Nueva Zelanda podría dar el salto para ampliar el comercio con China

* Los funcionarios de la UE han abogado por la apertura del comercio de alimentos

(Añade el comentario del ministerio chino de comercio en los párrafos 3-4; sindicato francés de agricultores, 12-14)

SHANGHAI/WELLINGTON, 13 de junio (Reuters) - Las empresas alimentarias mundiales, desde los productores de lácteos hasta los exportadores de carne de cerdo, están en alerta máxima ante posibles aranceles de represalia por parte de China tras la decisión de la Unión Europea el miércoles de imponer aranceles antisubvenciones a los vehículos eléctricos (VE) fabricados en China.

Los medios de comunicación estatales chinos han informado de que las empresas nacionales se están preparando para solicitar investigaciones sobre algunas importaciones de productos lácteos y carne de cerdo de la UE por motivos antisubvenciones o antidumping, medidas que podrían dar lugar a largas suspensiones comerciales.

Las empresas chinas se reservan el derecho a presentar solicitudes para impulsar investigaciones antisubvenciones y antidumping sobre las importaciones europeas de productos lácteos y carne de cerdo, declaró el jueves el Ministerio de Comercio cuando se le preguntó si los grupos industriales chinos estaban presionando para que lo hiciera.

"Las industrias nacionales chinas tienen derecho a presentar solicitudes de investigación para salvaguardar el orden de la competencia normal del mercado y sus derechos e intereses legítimos", declaró He Yadong, portavoz del ministerio.

"Si se imponen barreras comerciales adicionales podría provocar... una reorganización de los mercados mundiales", afirmó Kimberly Crewther, directora ejecutiva del organismo representativo Asociación de Empresas Lácteas de Nueva Zelanda.

Nueva Zelanda es el mayor exportador mundial de productos lácteos y también una base de producción para empresas extranjeras, entre ellas el productor lácteo francés Danone.

"Siempre preferimos ver situaciones en las que el comercio sea estable y seguro... A los mercados no les gusta la incertidumbre", añadió Crewther.

La UE era la segunda fuente de productos lácteos de China, con al menos el 36% del valor total de las importaciones en 2023, sólo por detrás de Nueva Zelanda, según los datos de las aduanas chinas. Australia fue el tercer exportador.

Aunque sigue sin estar claro qué productos podrían ser objeto de represalias por parte de China, el suero en polvo, la nata y la leche fresca fueron las partidas más importantes de las exportaciones lácteas de la UE a China el año pasado, por valor de 1.700 millones de euros (1.800 millones de dólares), según datos de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, que citó a Eurostat.

Países como los Países Bajos, Francia, Alemania, Irlanda y Dinamarca son los más expuestos de la industria láctea al mercado chino.

Los Países Bajos, Dinamarca y Francia también son grandes proveedores de carne de cerdo, aunque España fue el principal proveedor de China el año pasado, con casi el 23% de sus importaciones totales de carne de cerdo, seguida de Brasil y Estados Unidos.

"Estamos preocupados", declaró a la prensa Arnaud Rousseau, presidente de la FNSEA, el mayor sindicato de ganaderos de Francia, al ser preguntado por las posibles medidas chinas contra las importaciones de carne de cerdo procedentes de la UE.

"Hay ciertas partes del cerdo que no se comen en Europa y que necesitan encontrar mercados, y China es un mercado importante... Podemos tener problemas rápidamente si no tenemos comercio con ciertos países".

China importó de la UE el año pasado por valor de 6.000 millones de dólares en carne de cerdo, incluidos los despojos.

Cristina Alvarado, directora comercial de datos y perspectivas de la Bolsa de Nueva Zelanda, afirmó que los aranceles chinos o las barreras comerciales contra los productos lácteos de la UE podrían ayudar a Nueva Zelanda a aumentar aún más su cuota de mercado.

Los principales productores neozelandeses, Fonterra y A2, ya mantienen un intenso comercio con China, y tanto Australia como Nueva Zelanda tienen acuerdos de libre comercio con China que eliminan los aranceles a la importación.

China importó productos lácteos de Australia por valor de 848 millones de dólares el año pasado, según datos de las aduanas chinas. Sus importaciones de productos lácteos de Nueva Zelanda alcanzaron los 5.520 millones de dólares en 2023, casi la mitad del valor total de sus importaciones lácteas.

COMERCIO ABIERTO

A medida que se intensifican las tensiones comerciales entre la UE y China, algunos funcionarios europeos han advertido contra la imposición de aranceles a la importación de productos alimentarios.

El comisario de Agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski, declaró a Reuters durante su visita a China a finales de abril que su intención era "evitar en la medida de lo posible que la agricultura pague el coste de los problemas de otros sectores".

"La posición de la Unión Europea es que el comercio abierto de alimentos es un instrumento muy importante para garantizar la seguridad alimentaria a nivel mundial", afirmó.

China ha mantenido históricamente una postura diferente, y los productos alimentarios han sido a menudo el blanco de aranceles de represalia aplicados en el marco de anteriores pugnas comerciales.

En enero, el brandy fue objeto de una investigación instigada por Pekín, una medida percibida como represalia por el apoyo de Francia a la investigación de la UE sobre los vehículos eléctricos fabricados en China.

China también aprobó en abril una ley para reforzar su capacidad de contraatacar en caso de que Estados Unidos o la UE impongan aranceles a las exportaciones de la segunda economía mundial.

El vino y la cebada australianos fueron el blanco de una investigación antidumping que Pekín lanzó tras las peticiones de Australia de una investigación independiente sobre los orígenes del virus COVID-19 en 2020. China acaba de levantar esos aranceles prohibitivos.

Pekín también puso en su punto de mira la carne de vacuno y las langostas australianas tras investigaciones separadas. (1 dólar = 1,6292 dólares neozelandeses)