Las declaraciones, que se harán en la junta general anual del Deutsche Bank, se producen después de que el banco registrara 11 trimestres consecutivos de beneficios tras años de pérdidas, pero también en medio de rescates bancarios a ambos lados del Atlántico que han sacudido la confianza en el sector.

Andreas Thomae, del inversor Deutsche Bank Deka, afirmó que los objetivos del banco requieren un "fuerte viento de cola" de los mercados para alcanzarlos, y la subida de los tipos de interés ha sido "pura adrenalina" para el banco.

"Pero, ¿hasta qué punto son sostenibles estas subidas?", preguntará a la dirección, según un texto avanzado de sus observaciones.

Alexandra Annecke, gestora de carteras de Union Investment, otro inversor, dijo que Deutsche Bank había hecho un "regreso como el Ave Fénix resurgiendo de sus cenizas", pero que quedaba mucho trabajo por hacer.

La baja valoración del banco es una "señal de alarma", dijo, según un texto anticipado de sus observaciones.

Hizo un llamamiento al banco para que desplace capital de su banco de inversión a otras áreas del banco que rindan mayores beneficios.

"El Deutsche Bank es uno de los bancos europeos más dependientes de la banca de inversión, un negocio poco predecible y opaco que está haciendo bajar la valoración de sus acciones", afirmó.