Deutsche Bank adquirió Postbank tras las turbulencias de 2008, buscando ampliar su red local tras años de crecimiento internacional. Mediante esta operación, el banco esperaba recuperar una amplia base de clientes heredada del sistema postal. Se vio envuelto en una serie de reclamaciones y litigios.

El viernes por la tarde, Deutsche Bank sufrió un revés en el Tribunal de Apelación de Colonia. Tras dos reveses, los antiguos accionistas de Postbank ganaron su caso. El tribunal reconoció que se les debería haber ofrecido un precio más alto en 2010.

Como consecuencia de esta decisión, DB tendrá que contabilizar una provisión estimada en 1.300 millones de euros en sus cuentas del segundo trimestre de este año.

La ventaja acumulada la semana pasada se evapora

Esta noticia echó por tierra las esperanzas de rebote del gigante bancario. Su cotización cayó más de un 8%, cuando el jueves pasado había ganado un 8% tras unos resultados considerados sólidos.

"Es una lástima que la reciente mejora de sus resultados operativos y la existencia de un entorno boyante se hayan visto eclipsadas por una disputa legal que se remonta a varios años atrás", lamentaban esta mañana los analistas de RBC.

Este litigio obstaculiza también el deseo del grupo de finalizar su segundo tramo de recompra de acciones previsto para este año.

"Por nuestra parte, ya no esperamos que se complete esta segunda operación y contamos simplemente con la finalización del paquete de 675 millones de euros actualmente en curso", advertía UBS.

La gran carga

Este pleito, que probablemente será muy costoso, forma parte de una multitud de litigios y reclamaciones que han pasado desapercibidos desde la adquisición.

Durante años, Deutsche Bank ha tenido dificultades para integrar plenamente Posbank: las quejas de los consumidores, los controles reglamentarios y los conflictos laborales se han ido acumulando en los últimos años. De hecho, los problemas han llevado a algunos clientes a quejarse de que se les ha bloqueado el acceso a sus cuentas durante varias semanas, lo que ha llevado al regulador a supervisar una limpieza y reducir las primas de algunos de los altos ejecutivos de Deutsche Bank.

Por otra parte, miles de empleados de Postbank mantienen un conflicto salarial y exigen un aumento del 15,5%. Una cuarta ronda de negociaciones con los sindicalistas terminó sin resultado, incluso después de 20 días acumulados de huelga.
Deutsche Bank se niega a comentar el conflicto, y el sindicato está votando sobre posibles nuevas huelgas.

El consenso sigue siendo favorable a la compra

A pesar de la crisis y de la caída de la cotización, los analistas de DZ Bank, Goldman Sachs, Barclays, RBC Capital Markets y UBS reiteran su opinión positiva sobre el asunto y recomiendan comprar las acciones. Por un lado, consideran improbable que esta provisión frene el reparto de dividendos a los accionistas y, por otro, destacan el crecimiento de los resultados operativos y las buenas previsiones a medio plazo.