La empresa inmobiliaria comercial sueca Fastpartner ha intentado tranquilizar a los inversores sobre su estabilidad financiera después de que Moody's recortara su calificación crediticia a la categoría de "basura".

Fastpartner dispone de suficiente efectivo para hacer frente a los vencimientos de deuda durante más de 30 meses, según declaró después de que Moody's hubiera recortado su calificación crediticia a última hora del viernes.

El elevado endeudamiento, la subida de los tipos de interés y una economía marchita han resultado ser un cóctel tóxico para las empresas inmobiliarias comerciales suecas, y algunas de ellas han sido rebajadas a la categoría de "basura" por las agencias de calificación crediticia. El arrendador comercial SBB se encuentra en el centro de la espiral.

La preocupación por el sector está pesando sobre la divisa nacional, mientras los inversores se preguntan si Suecia será la primera ficha de dominó en caer entre los atribulados sectores inmobiliarios de toda Europa.

"Más empresas con calificaciones crediticias rebajadas aumentan la percepción de que las inmobiliarias suecas están muy apalancadas", afirmó Bertil Nilsson, analista de Carlsquare.

Moody's había dicho a última hora del viernes que rebajaría la calificación de Fastpartner, propietaria principalmente de inmuebles comerciales, a Ba1 desde el grado de inversión Baa3.

Las acciones de la empresa bajaban un 9,3% a 40,65 coronas suecas a las 0836 GMT del lunes. Fastpartner dijo en un comunicado separado que había reforzado recientemente su estabilidad financiera ampliando los términos de los préstamos bancarios existentes y los acuerdos de líneas de crédito rápido.

"La implicación de estas medidas es que tenemos liquidez para hacer frente a todos los vencimientos de deuda durante un periodo superior a 30 meses", dijo el consejero delegado y propietario mayoritario, Sven-Olof Johansson.

"A la luz de esto y de la proporción relativamente baja de préstamos de bonos pendientes de la empresa, la rebaja de la calificación crediticia tiene una importancia marginal para las operaciones diarias de la empresa".

Johansson es el cuarto mayor accionista de SBB, una empresa en crisis, y también forma parte de su consejo de administración.

Existe una gran cantidad de participaciones cruzadas entre varias empresas inmobiliarias y particulares, lo que ha suscitado la preocupación de las autoridades suecas.

Suecia y Alemania se encuentran entre los países más afectados por la creciente caída del sector inmobiliario en el continente, según Eurostat, proveedor de datos de la Unión Europea. (Reportaje de Anna Ringstrom y Marie Mannes en Estocolmo Reportaje adicional de Jesús Calero en Gdansk Edición de Louise Heavens y David Goodman )