Los proyectos no habían avanzado porque la ruta del gasoducto Nord Stream 2 desde Siberia a través del Mar Báltico -ahora abandonada- habría reducido la necesidad de diversificación hacia el más costoso y mundialmente codiciado GNL.

Los posibles inversores en las terminales han dicho que las convertirían en emplazamientos que también podrían albergar cadenas de suministro de alternativas de gas fósil con cero emisiones de carbono, como el hidrógeno o el amoníaco, en el futuro.

Las terminales de GNL cuestan varios cientos de millones de euros cada una.

BRUNSBUETTEL

Está previsto que una instalación de GNL con una capacidad de 8.000 millones de metros cúbicos (bcm) comience a funcionar en 2026 o antes en la desembocadura del Canal de Kiel, que conecta el Báltico con el Mar del Norte.

El prestamista estatal alemán KfW ha tomado una participación del 50% a cambio de su apoyo financiero, mientras que la empresa de servicios públicos RWE se ha hecho con el 10% y el operador holandés Gasunie con el 40%.

El grupo petrolero y gasista británico Shell se ha comprometido a reservar gran parte de la terminal.

WILHELMSHAVEN

Las empresas energéticas Uniper, Fortum y Tree Energy Solutions (TES) están impulsando el puerto de aguas profundas de Wilhelmshaven, en el Mar del Norte, en el estado alemán de Baja Sajonia, como un lugar "preparado para el hidrógeno" desde el principio.

Podría entrar en funcionamiento en el invierno de 2023-2024.

STADE

La empresa de proyectos Hanseatic Energy Hub, respaldada por el grupo belga de redes de transporte de gas Fluxys, la empresa de inversiones suiza Partners Group y el grupo logístico alemán Buss, pretende desarrollar una terminal de 12 bcm en el puerto interior del río Elba de Stade, en la Baja Sajonia.