Grifols, que utiliza plasma sanguíneo para fabricar medicamentos, ha luchado por recuperarse del impacto de la pandemia, cuando muchos países interrumpieron la extracción de sangre.

"La compañía se ha visto obligada a realizar ajustes en su estructura, principalmente para ahorrar costes tras unos últimos años bastante complicados y duros", dijo a Reuters el analista de IG Diego Morin.

Grifols lideró el índice español Ibex-35, con sus ganancias del 8% hasta los 14,66 euros.

Incluyendo las ganancias del jueves hasta ahora, la acción ha subido alrededor de un 36% este año, recuperándose de perder casi un 55% de su valor en 2021 y 2022, según muestran los datos de Refinitiv.

Grifols informó de una caída del 30% en su beneficio neto de nueve meses tras las adquisiciones de activos, a pesar de que los ingresos y la recaudación de plasma aumentaron.

Morin afirmó que la empresa había mejorado, pero que el elevado apalancamiento era un problema.

"La reducción de la deuda sigue siendo uno de los principales objetivos del grupo para el año 2024", afirmó.

Grifols espera reducir su deuda neta a 7,9 veces el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) a finales de año.

En septiembre, su deuda neta era de 9.400 millones de euros, o 8,6 veces su EBITDA, por debajo de las 9 veces EBITDA de finales de junio.

Grifols comunicará sus resultados de 2022 el 28 de febrero.

(1 dólar = 0,9352 euros)