La empresa japonesa Hitachi dijo el jueves que suspendería sus operaciones en Rusia, pero no llegó a vincular la decisión con la presión ucraniana, lo que pone de manifiesto la dificultad que encuentran muchas empresas para encontrar un equilibrio entre el negocio y el riesgo para la reputación.

La decisión del conglomerado japonés se produjo dos días después de que el viceprimer ministro ucraniano Mykhailo Fedorov instara a la suspensión en un tuit, al que adjuntó una imagen de su carta al director general de Hitachi, Toshiaki Higashihara.

Hitachi, que produce y vende maquinaria de construcción en Rusia, dijo en un comunicado que detendría las exportaciones y cesaría la mayoría de las operaciones en el país, excepto las instalaciones vitales de energía eléctrica. No mencionó ninguna comunicación con el gobierno ucraniano.

"Tuvimos en cuenta múltiples factores, incluida la situación de la cadena de suministro, cuando tomamos la decisión", dijo a Reuters un portavoz de Hitachi.

El portavoz no confirmó si la empresa había recibido la carta de Fedorov, pero reconoció que Hitachi se había dirigido a su cuenta en Twitter.

"Insto (a Hitachi) a que deje de suministrar productos y prestar servicios en Rusia cuando sus tanques y misiles matan a ucranianos pacíficos", decía el tuit de Fedorov.

No fue posible contactar inmediatamente con la embajada ucraniana en Japón para que hiciera comentarios.

Los ejecutivos japoneses dicen en privado que están preocupados por el riesgo de reputación que supone no adoptar una postura política contra las acciones de Rusia en Ucrania, ya que muchos citan razones logísticas para suspender el trabajo en el país. (Reportaje de Sakura Murakami, Shinji Kitamura y Chang-Ran Kim; edición de Clarence Fernandez, Tom Hogue y Raju Gopalakrishnan)