Isla Bryson fue declarada culpable esta semana de violar a dos mujeres en 2016 y 2019 cuando era un hombre llamado Adam Graham, y ha sido recluida inicialmente en la prisión de mujeres de Cornton Vale, en el centro de Escocia, informaron los medios locales.

El caso se produce semanas después de que el Parlamento escocés aprobara un proyecto de ley para facilitar que las personas cambien su género legal, lo que suscitó las críticas de algunos defensores de los derechos de las mujeres, que argumentan que los hombres depredadores podrían utilizarlo para acceder a espacios de un solo sexo, como los baños.

Desde entonces, el gobierno británico ha dicho que bloqueará el cambio legal porque tendría repercusiones en materia de igualdad en el resto del país.

"Dada la comprensible preocupación pública y parlamentaria en este caso, puedo confirmar al Parlamento que esta presa no será encarcelada en la prisión de mujeres de Cornton Vale", dijo Sturgeon al Parlamento escocés desconcentrado.

La medida llega después de que activistas, políticos y un experto en derechos humanos de Naciones Unidas expresaran su preocupación por el hecho de que Bryson fuera alojada en una cárcel de mujeres.

"Antes incluso de que el... proyecto de ley entre en vigor, los violadores ya se están aprovechando de las leyes actuales", dijo en un comunicado el líder de los conservadores escoceses, Douglas Ross. "No deberíamos facilitarles que ataquen a las mujeres".

El proyecto de ley escocés ha ahondado las desavenencias con el gobierno del primer ministro británico, Rishi Sunak, en Londres, y ambos están ya enfrentados sobre si Escocia puede celebrar otro referéndum de independencia.

El parlamento escocés descentralizado puede elaborar sus propias leyes, pero el Reino Unido puede vetar la legislación si considera que interfiere en asuntos de la jurisdicción nacional. La medida británica de bloquear el proyecto de ley de género es la primera vez que invoca ese poder.

El proyecto de ley, aprobado en diciembre, convirtió a Escocia en la primera nación del Reino Unido en respaldar un proceso de autoidentificación para cambiar de género, incluyendo la eliminación de la necesidad de un diagnóstico médico de disforia de género y la rebaja de la edad mínima de 16 a 18 años.

Sturgeon ha calificado el bloqueo del proyecto de ley por parte del Reino Unido de "ataque frontal" al Parlamento escocés.