Los datos de julio han puesto de manifiesto la intensificación de la presión sobre la economía en varios frentes, entre ellos la caída del sector inmobiliario y la presión deflacionista, lo que ha llevado a Pekín a introducir estímulos directos para revitalizar el crecimiento.

El Banco Popular de China (PBOC) "aprovechará mejor la doble función de las herramientas de política monetaria agregada y estructural y apoyará firmemente la recuperación y el desarrollo de la economía real", declaró el banco en su informe de aplicación de la política monetaria del segundo trimestre.

El martes, el PBOC recortó inesperadamente los tipos de interés de referencia por segunda vez en tres meses, en un intento de apoyar una recuperación económica tambaleante. Los mercados esperan ampliamente que el banco flexibilice aún más la política monetaria.

La segunda economía más grande del mundo se enfrenta a "una demanda insuficiente y a retos como la dificultad de las operaciones comerciales y los elevados riesgos y peligros ocultos en áreas clave" en medio de los "riesgos de desglobalización" y el debilitamiento de la recuperación mundial, declaró el banco central.

En respuesta al agravamiento de la crisis del mercado inmobiliario, el banco central también dijo que ajustaría y optimizaría las políticas inmobiliarias de forma oportuna.

Los problemas de endeudamiento de Country Garden, el mayor promotor inmobiliario de China, y las caídas de los precios y las ventas de viviendas se han sumado a las preocupaciones de que la crisis del sector inmobiliario esté ahogando el poco impulso que le queda a la economía china.

El banco central dijo que prestaría mucha atención a los riesgos en áreas clave y coordinaría el apoyo financiero para resolver el riesgo de la deuda local.

China también evitará los riesgos de rebasamiento del tipo de cambio del yuan y prevendrá los riesgos financieros sistémicos, dijo el banco central.