Lockheed Martin Corporation completó una demostración de inteligencia artificial (IA) utilizando dos aviones L-29 pilotados (que actuaban como sustitutos de sistemas no tripulados) que realizaban tareas de apoyo de interferencia en una misión aire-tierra simulada. La exitosa ejecución de la tarea de ataque electrónico por agentes de IA muestra cómo los sistemas aéreos autónomos no tripulados pueden operar en coordinación con plataformas tácticas tripuladas en futuras operaciones de combate, creando un equipo potente y unificado para hacer frente a amenazas complejas. Este proyecto, denominado Enhanced Collaborative High-Frequency Orientation System (ECHOS), fue patrocinado por la organización Demostraciones y Prototipos de Seguridad del Siglo XXI (D&P) de Lockheed Martin.

"ECHOS es un magnífico ejemplo del uso de la inteligencia artificial y los UAS para potenciar la visión del Departamento de Defensa de las Operaciones Conjuntas en Todos los Dominios (JADO), proporcionando nuevas capacidades para identificar objetivos y producir efectos", declaró Joe Villani, vicepresidente de D&P de Lockheed Martin. Los L-29 fueron pilotados por experimentados pilotos de OPL, siguiendo instrucciones de los agentes de IA en forma de indicaciones de rumbo, altitud y velocidad. Demostrando cómo la IA puede proporcionar datos para una rápida toma de decisiones y una mayor eficacia de la misión al reducir la carga de trabajo del piloto.

Los pilotos mantuvieron la opción de dejar de seguir las indicaciones de la IA si en algún momento se sentían inseguros o el agente intentaba salirse de las condiciones operativas aceptables. Los agentes de IA se entrenaron utilizando técnicas avanzadas de aprendizaje profundo por refuerzo multiagente, incentivando las tácticas de colaboración emergentes. La recompensa que reciben estos agentes es mínima, por lo que se hace hincapié en la finalización de la misión.

Los agentes fueron capaces de aprender estas tácticas con recompensas dispersas, asegurando que se ejecutaban las mejores tácticas posibles para la misión. Esta demostración se centró en la transferencia de simulación a realidad para entrenar a un agente de IA en un entorno simulado, hacerlo volar en aviones reales y probar su comportamiento. Las pruebas demostraron con éxito que se puede confiar en que los agentes de IA ofrezcan un alto rendimiento y comportamientos fiables.

A lo largo del primer día de pruebas, los agentes se alinearon entre el caza y el objetivo dentro de una tolerancia muy ajustada, sin permitir en ningún momento que el radar localizara al caza. El equipo completó con éxito todas las tarjetas de prueba antes de lo previsto en tres días de pruebas. A finales de 2023, el equipo de Skunk Works y OPL probará la IA en una misión de Supresión y Destrucción de Defensas Aéreas Enemigas (SEAD/DEAD) de extremo a extremo.

Las lecciones aprendidas servirán de base para el desarrollo posterior de la IA/autonomía en apoyo de futuros programas como el Collaborative Combat Aircraft (CCA) de las Fuerzas Aéreas, así como para el desarrollo en curso de equipos tripulados-no tripulados. Este trabajo fomenta la visión de Seguridad del Siglo XXI de Lockheed Martin de ofrecer capacidades integradas y centradas en la misión con rapidez y eficacia para mantener a nuestras fuerzas y aliados preparados.