PEKÍN (dpa-AFX) - El canciller alemán, Olaf Scholz, debe encontrar palabras claras para las empresas de Alemania durante su visita a China, según la Cámara de Comercio Alemana en el Exterior (AHK). "La expectativa, por supuesto, es que esperamos que el canciller Scholz haga comprensibles los retos a los que nos enfrentamos aquí", dijo el miércoles en Pekín Maximilian Butek, director gerente de la Cámara de Comercio Alemana en China Oriental. Los dirigentes del partido chino deben comprender al más alto nivel que las empresas alemanas en China tienen problemas. Se interponen en el camino de un mayor éxito de la relación germano-china en el sentido económico.

Scholz no pudo abordar en detalle todos los problemas, admitió Butek. Sin embargo, espera que se revitalice un intercambio regular entre las autoridades de ambas partes. Según él, debe restablecerse la confianza entre los gobiernos de China y Alemania para que puedan discutirse los problemas. La Canciller no sólo llevará el sombrero alemán, sino también el europeo hasta cierto punto, dijo Butek.

Tres escalas en China

Scholz viajará el sábado a la República Popular durante tres días para reunirse con el Jefe de Estado chino y líder del partido, Xi Jinping. Es el segundo viaje del canciller a la República Popular desde que asumió el cargo en diciembre de 2021. Su visita inaugural en noviembre de 2022 fue sólo de un día debido a la pandemia de coronavirus en curso. Su viaje comienza en la megaciudad central china de Chongqing, con una población total de más de 30 millones de habitantes en todos sus distritos administrativos. Chongqing es también el punto de partida de una conexión ferroviaria de mercancías entre China y Europa, que termina en Duisburgo, en Renania del Norte-Westfalia. Según cifras chinas, se calcula que cada semana llegan a esta ciudad de la cuenca del Ruhr unos 60 trenes por esta ruta, desde donde los barcos transportan las mercancías a través del puerto interior, por ejemplo.

Scholz también tiene previsto mantener conversaciones en la metrópolis financiera de Shanghai y en la capital china, Pekín. También le acompañará una delegación de representantes empresariales. También podrían debatirse los problemas que tiene Alemania en su propio mercado, por ejemplo debido a los productos baratos procedentes de China, y los que tienen las empresas alemanas en China.

"Necesitamos el apoyo de los políticos"

Muchas de las cerca de 5.000 empresas alemanas llevan años criticando las mismas dificultades en el mercado de la segunda economía mundial. Según una encuesta de la AHK, alrededor de dos tercios se quejan de competencia desleal. "Vemos que la cuestión de las condiciones de competencia tiene una prioridad distinta de la que tenía hace cinco años", afirma Butek. Las empresas chinas se han puesto al día tecnológicamente. "Por eso ahora necesitamos realmente el apoyo de los políticos para iniciar las negociaciones", explicó.

En la encuesta participaron 150 de las más de 2.000 empresas miembros de la AHK. La mayoría procedían de los sectores de ingeniería mecánica, automoción y servicios a empresas. Las empresas privadas chinas representan el 52% de los principales competidores.

Según la encuesta, las empresas se enfrentan a desventajas como un acceso más difícil al mercado. Además, el gobierno, las autoridades locales y las licitaciones públicas son de más difícil acceso para las empresas. Casi todos los encuestados (95%) consideran que el aumento de la competencia repercute en su negocio y citan como principales consecuencias el aumento de la presión de los costes, la reducción de los beneficios y la disminución de la cuota de mercado.

Puntos fuertes y débiles de los alemanes

Una encuesta anterior ya había revelado que las empresas alemanas ven a sus competidores chinos como líderes en innovación en algunos sectores, como el de la automoción. En China, en concreto, fabricantes de automóviles como BYD están dominando el mercado local con sus coches electrónicos de bajo coste, en el que empresas alemanas como VW y Mercedes también intentan seguirles el ritmo.

A pesar de todo, las empresas alemanas consideran que tienen ventaja sobre sus competidores chinos en cuanto a calidad de producto, liderazgo técnico y fuerza innovadora. Sin embargo, la encuesta de la AHK también mostró que los alemanes se consideraban más débiles que sus competidores chinos en términos de eficiencia de costes, velocidad de innovación y tiempo necesario para lanzar un producto al mercado.

No obstante, China es un mercado indispensable para un número considerable de empresas alemanas, razón por la cual muchas quieren seguir invirtiendo allí, a pesar de la estrategia del Gobierno alemán de reducir el riesgo de dependencia excesiva de China. "Según nuestras encuestas, alrededor de la mitad de las empresas alemanas han tomado medidas para minimizar los riesgos de sus negocios en China", declaró Butek a la Agencia Alemana de Prensa. La gestión del riesgo no significa alejarse del mercado chino. Muchas empresas invierten cada vez más en localización, ya sea en China o en otros mercados del mundo, afirmó Butek. Por ejemplo, algunas direcciones de empresa han decidido localizar la investigación y el desarrollo en China. Otras trabajan cada vez más con socios locales para que su cadena de suministro dependa menos de crisis o cambios fuera de China./jon/DP/stk