La Comisión de Servicios Financieros dijo en un comunicado que había una enorme discrepancia entre la normativa vigente y las normas mundiales y que "(mejorará) audazmente las normas que han impedido a los inversores mundiales invertir en nuestro mercado".

El regulador dijo que eliminaría una norma de tres décadas de antigüedad que obliga a los extranjeros a registrarse ante las autoridades antes de negociar con acciones surcoreanas. En su lugar, se les permitirá abrir cuentas con una identificación de uso internacional, como el pasaporte para los particulares o el identificador de entidad jurídica (LEI) para las organizaciones.

También se suprimirá una norma que obliga a los titulares de cuentas ómnibus, como las empresas de gestión de activos y los corredores de bolsa, a informar sobre los detalles de las transacciones de cada inversor final en los dos días siguientes a la liquidación, así como a abrir a los extranjeros la mayor parte de las operaciones fuera de bolsa.

Mientras tanto, será obligatorio que las empresas que cotizan en bolsa en Corea del Sur presenten los documentos corporativos en inglés a partir de 2024, empezando por las de gran tamaño o con un alto porcentaje de accionistas extranjeros, según la declaración.

El impulso se produce mientras Corea del Sur persigue el ascenso de su mercado de valores al índice de mercados desarrollados de Morgan Stanley Capital International. Actualmente está clasificado como mercado emergente por el proveedor de índices mundiales.

El regulador planea completar el proceso de revisión de la legislación necesaria en la primera mitad de este año para aplicar dichos cambios en 2023.