OptiCept Technologies, junto con su socio canadiense FPS Food Process Solutions Corp, ha completado con éxito la verificación de su tecnología PEF para el procesado de patatas. Se informa de varios resultados sólidos que contribuyen a una producción significativamente más eficiente de productos de patata procesada como las patatas fritas. El mercado mundial de patatas procesadas está valorado en unos 92.000 millones de dólares anuales y se espera que crezca con fuerza en los próximos años.

En otoño de 2023, OptiCept Technologies se asoció con la empresa canadiense FPS Food Process Solutions Corp. para desarrollar, fabricar y vender conjuntamente aplicaciones de FPE a la industria de alimentos sólidos, con especial atención al procesado de patatas. La primera fase de la colaboración se ha completado con éxito en el centro de desarrollo de FPS en Charlottetown, Canadá.

Cuando se utiliza la tecnología PEF de OptiCept (campos eléctricos pulsantes) se obtienen varios resultados contundentes, como que las patatas son mucho más fáciles de cortar, la superficie de corte se vuelve más lisa y se absorbe menos aceite. Todo ello contribuye a mejorar la calidad del producto acabado para los consumidores, al tiempo que hace más eficiente la producción para los fabricantes. De todas las patatas producidas en el mundo, entre el 60% y el 70% se destinan a productos transformados.

Norteamérica y la UE son líderes en la industria mundial de la transformación de la patata. Las patatas fritas congeladas y otros productos de patata congelados representan el 62% del procesado total de 18,8 millones de toneladas al año. Basándose en el número estimado de líneas de procesado y en el precio medio de venta de una unidad de PEF, OptiCept calcula que el mercado mundial abordable corresponde a un valor aproximado de 3.000 millones de euros.

La tecnología PEF es un método no térmico de procesado de alimentos que utiliza pulsos cortos de alto voltaje de energía eléctrica. Se instala un generador PEF en un proceso de extracción ya existente. A medida que los alimentos pasan por la cámara de tratamiento, se aplican los campos eléctricos, perforando las membranas celulares y haciendo que el contenido esté disponible para la extracción.

El dispositivo se adapta e instala en las líneas de proceso existentes. Mediante el uso de la tecnología PEF se pueden mejorar aspectos como la sostenibilidad, la calidad y la eficiencia de la producción.