El proceso en seco, que Tesla obtuvo mediante la adquisición en 2019 de la empresa emergente californiana Maxwell Technologies, sustituye a un paso tradicional y complicado de la fabricación de baterías que consiste en recubrir la lámina del electrodo con una lechada química húmeda.

La lámina recubierta debe pasar por un largo proceso de secado antes del montaje final, y los disolventes tóxicos utilizados en la lechada deben recuperarse y eliminarse.

El fabricante de vehículos eléctricos ha afirmado que el proceso de revestimiento en seco tiene el potencial de reducir drásticamente el tamaño, el coste, el consumo de energía y la duración del ciclo de producción de las plantas de fabricación de baterías, al tiempo que aumenta la densidad energética y la potencia de las celdas de las baterías.

Además de Maxwell, otras empresas que trabajan en el revestimiento en seco son LiCap Technologies, con sede en California, y AM Batteries, con sede en Massachusetts.