Por Rich McKay

24 abr (Reuters) - Alrededor de 44 millones de estadounidenses viven en ciudades o condados que han recibido una calificación negativa por la calidad del aire, que se ha deteriorado a su peor nivel en 25 años en una franja de Estados Unidos, en parte debido a los incendios forestales, según un informe publicado el miércoles.

El informe anual "Estado del Aire" de la Asociación Americana del Pulmón señala que las ciudades con el aire de peor calidad se concentran en el Oeste, incluyendo Los Ángeles y San Bernardino en California y Phoenix, Arizona.

Entre los lugares con el aire de mejor calidad están Bangor (Maine), Honolulu (Hawai) y Wilmington (Carolina del Norte), donde las brisas marinas tienden a dispersar los contaminantes, dijo en una entrevista la autora del informe, Katherine Pruitt, directora de la asociación.

"La contaminación peligrosa tiene graves efectos sobre la salud de todas las personas, pero especialmente sobre las más vulnerables", afirmó.

El informe se basó en datos de 2022 -los más recientes disponibles- recogidos a través de miles de monitores de la calidad del aire instalados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos.

A pesar del deterioro en algunas zonas, la calidad del aire en Estados Unidos es mucho mejor que antes de que se aprobara la Ley de Aire Limpio en 1970, dijo Pruitt. Atrás quedaron los días en que el horizonte de Los Ángeles quedaba a menudo oscurecido por el smog.

"Los coches se han vuelto más limpios, el combustible es más limpio, las centrales eléctricas más sucias se han cerrado".

Pero la mejora constante se estancó alrededor de 2017, dijo Pruitt, en parte debido al humo de los incendios forestales, que han asolado California y otros estados de Estados Unidos, así como Canadá, en los últimos años.

La contaminación por partículas pequeñas, u hollín en suspensión, que puede proceder tanto del humo de los incendios forestales como de otras fuentes, es la principal fuente de aumento de la contaminación, según el informe.

En 2022, año en que se recogieron los datos del informe, los incendios forestales quemaron más de 7,5 millones de acres en Estados Unidos, según los Centros Nacionales de Información Medioambiental del gobierno.

El año pasado, Canadá sufrió la peor temporada de incendios jamás registrada, con más de 11,5 millones de hectáreas. El humo que se desplazó hacia el sur hizo que el aire de muchas ciudades estadounidenses y canadienses fuera insalubre durante algunos periodos del verano pasado.

La contaminación por partículas pequeñas "pone a prueba el corazón y se ha relacionado con ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, por no hablar de cáncer de pulmón, bajo peso al nacer", dijo Pruitt. "La lista es interminable".

(Reportaje de Rich McKay en Atlanta; Editado en español por Juana Casas)