BERLÍN (dpa-AFX) - La gran reforma prevista de los hospitales alemanes se ultimará tras meses de trabajos preparatorios. El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach (SPD), presentará el miércoles (11.00 horas) al gabinete los planes legislativos para reorganizar la multimillonaria financiación. Los objetivos: menos presión económica, más especialización y normas de calidad uniformes. Los Estados federados y el sector hospitalario no han dejado de criticar el plan, mientras que las cajas de enfermedad obligatorias advierten de una dilución de aspectos importantes.

Lauterbach ya ha dejado claro que se trata nada menos que de "una especie de revolución" para la red de 1 700 clínicas... y que están condenadas al éxito. "Si la pelota nos rebota en los pies, en los próximos años no sólo no podríamos evitar una muerte hospitalaria desorganizada, sino que además tendríamos que hacer frente a déficits de calidad que serían muy difíciles de comunicar a la opinión pública", argumentó recientemente tras una reunión con los estados federados.

El problema: hasta ahora ha habido "un incentivo económico para tratar al mayor número posible de pacientes", según el borrador. Esto podría dar lugar a que determinados tratamientos se lleven a cabo no sólo por razones médicas, sino en algunos casos también para aumentar los ingresos. Existe el riesgo de que las clínicas dejen de ofrecer servicios supuestamente menos lucrativos o cesen su actividad independientemente de la demanda regional de asistencia. Como muchos hospitales sólo prestan determinados servicios con poca frecuencia y, por tanto, tienen poca experiencia, se producen déficits de calidad que "pueden repercutir negativamente en el bienestar de los pacientes".

Nueva remuneración: hace unos 20 años se introdujeron tarifas planas por caso para hacer más eficiente el sistema. Lauterbach también participó entonces como asesor. Desde entonces, las clínicas reciben una cantidad fija por caso de tratamiento. En el futuro, habrá una base fija del 60% del pago únicamente por el hecho de que las clínicas mantengan un nivel básico de personal y equipamiento para determinados servicios, independientemente del número de casos. Habrá pagos adicionales para pediatría, obstetricia, cuidados intensivos y urgencias, entre otros.

El sistema de control: Una clínica va a recibir el nuevo pago de retención por los "grupos de servicios" que le asigne el Estado. Representan servicios médicos, definidos con mayor precisión que los denominados a grandes rasgos departamentos especializados. El punto de partida serán 65 grupos, que se basan en gran medida en un modelo de Renania del Norte-Westfalia. Se llaman, por ejemplo, "Cirugía de la columna vertebral" o "Leucemia". También se definen en cada caso especificaciones de calidad normalizadas para el personal especializado y los equipos. Así se garantiza que los tratamientos oncológicos, por ejemplo, se lleven a cabo en clínicas con conocimientos especializados.

Clínicas pequeñas: La tasa de retención también pretende garantizar la existencia de hospitales más pequeños, sobre todo en las regiones rurales. Los estados federados responsables de la planificación también deben poder designar ubicaciones para "centros de asistencia intersectorial". Éstos deberían "combinar el tratamiento hospitalario con servicios ambulatorios y de enfermería cerca del domicilio", según reza el proyecto.

Inyecciones financieras: En vista de las dificultades financieras de muchas clínicas, a partir de este año los costes salariales de todos los empleados serán financiados íntegramente por las cajas de enfermedad obligatorias, en lugar de sólo la mitad. Las cajas de enfermedad ya están preocupadas por las próximas rondas salariales. Para apoyar la transición a las nuevas estructuras, se creará un "fondo de transformación", del que podrían proceder hasta 25 000 millones de euros de las cajas de enfermedad estatutarias de 2026 a 2035... siempre que los Estados federados contribuyan cada uno con la misma cantidad a la financiación.

Costes: Las cajas del seguro de enfermedad incurrirán en costes adicionales: sólo por la asunción íntegra de los costes laborales en 2024, la cantidad ascenderá a una media de tres dígitos millones de euros. "Además, a partir de 2025 habrá costes anuales adicionales que aún no pueden cuantificarse", señala el proyecto. Esto se compensaría con un aumento de la eficiencia y una reducción del gasto a partir de 2025 gracias a una asistencia más coordinada y de mayor calidad. El gasto en tratamientos hospitalarios ascendió recientemente a 94.000 millones de euros, alrededor de un tercio de todo el gasto sanitario. Para aliviar la carga de las clínicas, el control individual de todas las facturas que envían a las cajas de enfermedad se sustituirá por controles aleatorios.

Calendario: Los largos preparativos de la reforma comenzaron el día de San Nicolás de 2022, cuando una comisión gubernamental recomendó un concepto para la misma. Lauterbach aspira a que la primera lectura en el Bundestag tenga lugar antes de las vacaciones de verano. La ley debería entrar en vigor el 1 de enero de 2025, aunque está por ver cómo se desarrolla el proceso. La coalición de los semáforos se mantiene unida en este asunto, pero las disputas con los estados federados siguen latentes. Lauterbach ya no ha diseñado la ley de forma que requiera la aprobación del Bundesrat. La nueva estructura se aplicará paso a paso más adelante. Por ejemplo, la nueva tasa de retención será "presupuestariamente efectiva" a partir de 2027./sam/DP/zb