Italia ha echado atrás la compra prevista por el grupo francés Safran de la rama de sistemas de control de vuelo de Collins Aerospace por valor de 1.800 millones de dólares, alegando una fuente del gobierno italiano su preocupación por los puestos de trabajo y los contratos del programa Eurofighter.

Safran dijo el lunes que Roma había vetado la adquisición de Microtecnica, la filial italiana de Collins Aerospace, utilizando su "poder de oro" para detener la adquisición de lo que considera un activo estratégico.

La medida del gobierno de Giorgia Meloni es un hecho poco habitual contra una empresa de la Unión Europea. El mayor accionista de Safran es el gobierno francés, con una participación del 11,2%.

"Safran sigue comprometida con la transacción y está trabajando con todas las partes para determinar los próximos pasos apropiados. Se proporcionará más información según proceda", dijo Safran en un comunicado.

Un portavoz de Safran declinó hacer más comentarios al respecto.

El acuerdo propuesto para comprar el negocio de controles de vuelo de Collins Aerospace, propiedad de Raytheon, había sido anunciado por Safran en julio.

Sin embargo, Safran no proporcionó garantías suficientes de que preservaría las líneas de producción en Italia, dijo una fuente del gobierno italiano, que pidió no ser nombrada debido a lo delicado del asunto.

La fuente añadió que Italia también había mantenido conversaciones con el gobierno alemán sobre el acuerdo con Safran y que Alemania había destacado el riesgo de que el acuerdo pudiera afectar a los suministros para los programas de aviones de combate Eurofighter y Tornado.

"El caso parece interesante, ya que los vetos (italianos) contra compradores de países de la UE y de la OTAN son poco frecuentes", afirmó Francesco Galietti, fundador de la firma de riesgo político Policy Sonar.

Meloni tiene previsto viajar a Berlín esta semana para sellar un acuerdo de cooperación germano-italiano, también en materia de defensa y tecnología. El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, tiene previsto mantener conversaciones con su homólogo francés, Bruno Le Maire, el martes.

La decisión del gobierno italiano no significa que no se pueda salvar un acuerdo. Safran puede apelar u ofrecer concesiones para apaciguar las preocupaciones de Roma.

Desde la introducción de los llamados poderes de oro en 2012, las autoridades gubernamentales italianas han vetado principalmente las adquisiciones de empresas nacionales por parte de compañías chinas y rusas. (Reportaje de Sudip Kar-Gupta y Giuseppe Fonte Edición de Silvia Aloisi y David Goodman)