El acuerdo, que implica una subvención del gobierno y la reducción del impuesto sobre el valor añadido, podría ahorrar a los clientes hasta 160.000 baht (4.779 dólares) por unidad, según declaró a Reuters Michael Chong, director general de Great Wall Motor Thailand.

Esto se aplicaría a los vehículos que suelen tener un precio de 1 millón de baht, lo que representa un ahorro de entre el 13 y el 15%.

"Esto es muy beneficioso para nuestro cliente... porque este precio es más asequible", dijo en el Salón Internacional del Automóvil de Bangkok, que se celebra anualmente.

También se ha firmado un acuerdo similar con el fabricante de automóviles rival, SAIC-CP Motor, la unidad tailandesa de SAIC Motor Corp, según informó el lunes el Ministerio de Finanzas.

Estos acuerdos se producen en un momento en el que Tailandia intenta incentivar el uso de los vehículos eléctricos y preservar su estatus de gran fabricante regional de automóviles. El gobierno tiene como objetivo la producción de 725.000 unidades de VE al año, o el 30% de la producción para 2030.

Chong dijo que otros factores, como el aumento de los precios de la energía, también estaban impulsando la demanda de VE.

"El precio del petróleo sigue subiendo, por lo que la gente que compra ICE (motor de combustible interno) sentirá que es más caro", dijo Chong, y añadió que los VE ayudarían a que el aire fuera más limpio, algo con lo que la capital de Tailandia ha tenido problemas.

Great Wall Motor se hizo cargo en 2020 de la planta de General Motors en Tailandia, el cuarto centro de ensamblaje y exportación de automóviles de Asia.

La fabricación de automóviles representa alrededor del 10% del producto interior bruto tailandés y de los puestos de trabajo en el sector manufacturero.

Este año, la empresa tiene previsto vender 20.000 unidades en Tailandia entre sus dos marcas, el BEV Ora Good Cat y los SUV Haval, añadió Chong. Tiene previsto producir localmente vehículos eléctricos en 2024.

Sin embargo, la transición llevará tiempo, ya que el año pasado se matricularon en Tailandia menos de 4.000 vehículos totalmente eléctricos y las inversiones de fabricación se siguen realizando en motores convencionales.

Entre ellas se encuentra el fabricante de automóviles estadounidense Ford, que invirtió 900 millones de dólares en mejorar sus fábricas tailandesas para construir su camioneta Ranger y su SUV Everest.

"Los motores de combustión interna van a seguir existiendo durante un tiempo", dijo Andrea Cavallaro, director de operaciones de Ford en el grupo de mercados internacionales, y añadió que la tecnología y la infraestructura de los vehículos eléctricos aún no se han adoptado en todo el sudeste asiático.