El grupo inmobiliario sueco SBB declaró el martes que su pérdida antes de impuestos se redujo en el cuarto trimestre y que esperaba que le resultara más fácil reducir su pila de deuda este año.

Las grandes deudas con vencimientos inminentes, los tipos de interés al alza y una economía marchita han producido un cóctel tóxico para las empresas inmobiliarias suecas, y muchas de ellas han visto recortada su calificación crediticia a "basura" durante el pasado año, incluida SBB.

El arrendador, que posee propiedades en toda Suecia, incluidos hospitales y residencias de ancianos, declaró unas pérdidas antes de impuestos en el cuarto trimestre de 3.820 millones de coronas suecas, frente a las pérdidas revisadas de 8.030 millones de coronas de hace un año.

El grupo se encuentra bajo presión para recortar su deuda en medio de un mercado inmobiliario en desaceleración, y sus acciones han caído más de un 90% desde su máximo de 2021.

"Tenemos que seguir reduciendo los niveles de deuda y la dependencia de fuentes de financiación individuales, y estamos trabajando a partir de un plan sólido para lograrlo. Se espera que la ejecución del plan sea más fácil en 2024 que en 2023", declaró el consejero delegado Leiv Synnes en un comunicado de resultados.