La fabricación china de automóviles en Italia podría obligar a Stellantis a tomar algunas decisiones difíciles, incluido el cierre de plantas, según afirmó el miércoles el máximo responsable del grupo franco-italiano, único gran fabricante de automóviles de Italia.

El gobierno italiano ha dicho que está en conversaciones con Tesla y los fabricantes de automóviles chinos, incluido Chery Auto, para atraer a uno de ellos a fabricar en Italia y aumentar la producción nacional de automóviles tras años de declive.

"Si alguien quiere introducir la competencia china, será responsable de las decisiones impopulares que haya que tomar", dijo el consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, en un acto en Turín.

"Si estamos bajo presión, lo único que podríamos hacer es acelerar nuestros esfuerzos por aumentar la productividad para ser competitivos", añadió.

Dijo que Stellantis probablemente perdería cuota de mercado y volumen de ventas.

"Entonces puede que no necesitemos tantas plantas como tenemos ahora", dijo. "Estamos preparados para la batalla, pero en una batalla hay bajas".

Tavares dijo que las especulaciones de que Stellantis planeaba desinvertir en Italia eran "noticias falsas".

"Estamos invirtiendo mucho en Italia", afirmó Tavares, que en los últimos meses cruzó espadas con el gobierno italiano por los niveles de producción del grupo en el país.

Anunció que el fabricante de automóviles ampliaría la producción de su superventas urbano de gasolina Fiat Panda hasta 2030, en un intento de acercar la asequibilidad a los clientes.

Estaba previsto que la versión con motor de combustión interna del Panda, que se fabrica en Pomigliano d'Arco, cerca de Nápoles, desapareciera en 2027, mientras que a finales de este año se lanzará una nueva versión electrificada del vehículo.

Tavares habló en un acto de inauguración de las instalaciones de Stellantis para la producción de transmisiones electrificadas de doble embrague (eDCT) para vehículos eléctricos híbridos e híbridos enchufables, en el complejo Mirafiori del grupo en Turín. (Reportaje de Giulio Piovaccari, edición de Gianluca Semeraro y Ros Russell)