QUITO, 9 ene (Reuters) -Al menos siete agentes de policía fueron secuestrados por delincuentes en Ecuador y se produjeron explosiones de artefactos en varios puntos del país, dijo el martes la policía, luego de que el presidente Daniel Noboa declaró un estado de excepción.

Noboa, exlegislador e hijo de uno de los hombres más ricos del país, asumió el cargo en noviembre con la promesa de arreglar la atribulada economía y detener una ola de violencia en las calles y en las prisiones que ha estado creciendo en los últimos años.

El mandatario declaró el lunes el estado de excepción de 60 días -una herramienta usada por su predecesor con poco éxito-, permitiendo patrullas militares, incluso en las prisiones, y estableciendo un toque de queda nocturno a nivel nacional.

La medida fue una respuesta a la desaparición de Adolfo Macías, líder de la banda criminal Los Choneros, del penal donde cumplía una condena de 34 años, e incidentes de seguridad en varias cárceles, incluyendo la retención de guardias penitenciarios por parte de los presos.

La policía y los fiscales han brindado escasa información sobre la desaparición de Macías.

Tres agentes que trabajaban en el turno de noche fueron secuestrados de su comisaría en la ciudad sureña de Machala, dijo el martes la policía en las redes sociales, mientras que un cuarto agente fue secuestrado por tres delincuentes en Quito.

Otros tres agentes fueron secuestrados en la provincia de Los Ríos, dijo la policía más tarde el martes, después de que una patrulla fuera afectada por la detonación de un artefacto explosivo.

"Ninguno de estos hechos quedará en la impunidad", señaló la policía.

Las explosiones, incluso en un puente peatonal de Quito, no causaron heridos, pero la autoridad municipal de la capital pidió en un comunicado reforzar la seguridad en medio de una crisis "sin precedentes".

Un testigo de Reuters vio una presencia militar mayor de lo habitual alrededor de los edificios gubernamentales en el centro de Quito.

Noboa ha dicho que no negociará con "terroristas" y el gobierno atribuyó los recientes incidentes de violencia carcelaria al plan del mandatario de construir una nueva prisión de alta seguridad y transferir a los líderes de pandillas encarcelados.

Algunos ecuatorianos exigieron al presidente acciones más allá del estado de excepción.

"El gobierno anterior lo decretó y no hubo resultados, Noboa debe tomar medidas más drásticas, salir con la policía y las fuerzas armadas para poner orden", dijo Marcelo Gordillo, de 42 años, en Quito. "Debe tomar el toro por los cuernos".

La agencia penitenciaria SNAI dijo que un grupo de presos se fugó, entre ellos Fabricio Colón Pico, cabecilla de un grupo delictivo y quien habría estado involucrado en un complot de ataque contra el fiscal general. Doce fugitivos fueron recapturados, dijo SNAI, sin compartir más detalles.

Noboa planea realizar una consulta popular centrada en los esfuerzos de seguridad y el combate al crimen.

(Reporte adicional de Karen Toro y Tito Correa en Quito. Editado por Carlos Serrano y Javier Leira)