Alrededor de un centenar de activistas se concentraron el viernes ante la asamblea general anual del SNB en Berna, lo que provocó fuertes medidas de seguridad en el acto.

Alrededor de 170 manifestantes compraron también acciones del SNB, lo que les permitió manifestarse en contra de las inversiones del banco central en empresas como Shell, ExxonMobil, Chevron, Duke Energy y TotalEnergies.

El SNB tiene participaciones en estas empresas tras invertir casi 200.000 millones de francos suizos (223.000 millones de dólares) en acciones extranjeras con dinero de nueva creación durante una larga campaña para debilitar el franco.

"El SNB es un gran inversor en muchas empresas relacionadas con el cambio climático y puede utilizar esto para influir en ellas", afirmó Jonas Kampus, miembro de Alianza por el Clima Suiza.

"Queremos que utilicen su voz o que vendan sus acciones. La emergencia climática es real y no podemos permitirnos ignorarla".

Hilda Nakabuye, activista ugandesa contra el cambio climático, afirmó que un proyecto de oleoducto dirigido por TotalEnergies había creado una emergencia climática en su país.

"SNB, deje de financiar nuestra destrucción", dijo.

Pero una iniciativa para amonestar al consejo bancario del SNB por las inversiones fracasó, ya que sólo el 0,8% de los accionistas apoyó la medida.

El presidente del SNB, Thomas Jordan, dijo que el banco central se tomaba en serio el cambio climático, pero que no debía distraerse de su objetivo principal de garantizar la estabilidad de los precios.

El SNB ya ha excluido a las empresas que utilizan principalmente carbón para producir energía, dijo, pero no había salido totalmente de las empresas de petróleo y gas porque no había consenso en Suiza para apoyar tal medida.

(1 $ = 0,8952 francos suizos)