A la pregunta de si TUI estaba interesada en un nuevo accionista, el consejero delegado, Sebastian Ebel, declaró a los periodistas el lunes por la noche:

"La respuesta es relativamente clara: sí". No descartó la posibilidad de un interés por parte de inversores chinos, aunque dejó claro que era poco probable.

"Debemos tener cuidado a la hora de decir que un accionista chino es malo, o un accionista ruso", afirmó.

Mordashov, que poseía alrededor del 30% de las acciones de TUI, no tiene acceso a su inversión debido a las sanciones y sus acciones han sido transferidas a su esposa. Una ampliación de capital prevista significará que su participación disminuirá significativamente.