Los clientes de Uber podrán utilizar un número determinado de vehículos sin conductor de Waymo para viajes y entregas dentro de un área de 180 millas cuadradas en Phoenix, Arizona, dijeron en un blog el martes.

La comercialización de vehículos totalmente autónomos, especialmente los robotaxis, ha sido más difícil de lo esperado, ya que las duras normativas, la complicada tecnología y las fuertes inversiones han obligado a algunos a recortar puestos de trabajo e incluso a cerrar el negocio.

La amplia red de Uber brindará a Waymo, que también opera en San Francisco y pretende expandirse a Los Ángeles, "la oportunidad de llegar a aún más gente", afirmó Tekedra Mawakana, codirectora ejecutiva de Waymo.

Para Uber, esto supone un espaldarazo a sus ambiciones de conducción autónoma desde hace tiempo, justo cuando su servicio de transporte en coche alcanza niveles prepandémicos. "La conducción totalmente autónoma se está convirtiendo rápidamente en parte de la vida cotidiana, y estamos entusiasmados de traer la increíble tecnología de Waymo a la plataforma Uber", dijo el consejero delegado de Uber, Dara Khosrowshahi.

El acuerdo también une a dos rivales acérrimos. Uber y Waymo se enzarzaron en una escabrosa disputa pública sobre secretos comerciales en 2017, después de que Waymo presentara una demanda alegando que uno de sus antiguos ingenieros que se convirtió en jefe del proyecto de coches autoconducidos de Uber se llevó consigo miles de documentos confidenciales.

Uber acabó acordando pagar a Waymo 245 millones de dólares en acciones y resolvió el caso.

El año pasado, Waymo y la unidad de transporte de mercancías de Uber se asociaron para ayudar a los clientes a desplegar camiones autónomos de forma más eficiente.