UNITED AIRLINES HOLDINGS, INC. 
"Nuestra máxima prioridad ha sido conseguir un mejor trato para los viajeros aéreos estadounidenses", dijo Biden.
Se trata de la última de una serie de medidas del gobierno de Biden para tomar medidas enérgicas contra las compañías aéreas y reforzar la protección de los pasajeros consumidores en los vuelos nacionales estadounidenses y en los vuelos internacionales con destino u origen en Estados Unidos.
"Los viajes de verano van a ejercer una enorme presión sobre el sistema", dijo el lunes el Secretario de Transporte de EE.UU., Pete Buttigieg. "Las aerolíneas tienen que aceptar su responsabilidad fundamental de servir mejor a los pasajeros".
El Departamento de Transporte de EE UU no especificó cuánto dinero pretende exigir a las aerolíneas que paguen a los pasajeros por los retrasos significativos. Pero el año pasado preguntó a las compañías si aceptarían pagar al menos 100 dólares por los retrasos de al menos tres horas causados por las aerolíneas.
Biden dijo que las normas de compensación por retrasos se propondrán a finales de año, pero podría llevar años ultimarlas, y algunos transportistas cuestionan en privado que el departamento tenga autoridad legal para obligar a compensar los retrasos. Una propuesta de julio de 2021 para obligar a las aerolíneas a reembolsar a los consumidores las tasas por equipaje que se retrase, o por servicios a bordo como el Wi-Fi que no funcionen, aún no está ultimada.
El Departamento de Transporte dijo que planea redactar una normativa que obligue a las aerolíneas a cubrir gastos como comidas y hoteles si las compañías son responsables de dejar varados a los pasajeros. La mayoría de las compañías se comprometieron voluntariamente el pasado agosto a proporcionar hoteles o comidas, pero se resistieron a ofrecer compensaciones en metálico por los retrasos.
El gobierno de Biden se ha opuesto a las tarifas de los asientos familiares, ha investigado a 10 compañías aéreas por no proporcionar reembolsos, ha presionado a Southwest Airlines para que haga más después de que una avería en vacaciones provocara más de 16.000 cancelaciones de vuelos y ha propuesto otras nuevas protecciones para los consumidores.
El Departamento de Transporte aclaró el lunes en una página web gubernamental que ninguna compañía aérea estadounidense ha acordado ofrecer compensaciones en metálico por los retrasos o cancelaciones de vuelos bajo el control de las aerolíneas.
El gobierno de Biden ha polemizado con las compañías aéreas estadounidenses sobre quién tuvo la culpa de cientos de miles de interrupciones de vuelos el año pasado.
Airlines for America, una asociación comercial que representa a Delta Air Lines, United Airlines, American Airlines , y otras, dijo que las aerolíneas estadounidenses "no tienen ningún incentivo para retrasar o cancelar un vuelo y hacen todo lo que está en su mano para garantizar que los vuelos salgan y lleguen a tiempo, pero la seguridad es siempre la máxima prioridad."
Las aerolíneas estadounidenses señalan que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) reconoce que no tiene suficiente personal de control del tráfico aéreo y que está operando un 10% menos de vuelos que en 2019 para reducir la presión sobre el sistema.
En octubre, Reuters informó por primera vez de que las principales aerolíneas estadounidenses se oponían a los planes del Departamento de Transporte de actualizar su cuadro de mandos para mostrar si las compañías compensarían voluntariamente a los pasajeros por los retrasos prolongados que estuvieran bajo el control de las aerolíneas.
El cuadro de mandos actualizado muestra que JetBlue Airways ofrece millas de viajero frecuente, créditos de viaje o vales cuando las cancelaciones o retrasos que están bajo el control de la aerolínea provocan que los pasajeros esperen tres horas o más, y Alaska Airlines ofrece créditos de viaje o vales. Ninguna aerolínea garantiza compensaciones en metálico.
No existe ningún requisito legal para que las aerolíneas compensen a los pasajeros estadounidenses por los vuelos retrasados o cancelados, pero la Unión Europea y algunos otros países exigen compensaciones de hasta 600 euros (663 dólares) por los retrasos más importantes. (Reportaje de David Shepardson y Nandita Bose en Washington; Edición de Jonathan Oatis)
